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  • 19 SEP 2024, Actualizado 21:10

Microsismos y hundimientos en CDMX son resultado de la desmedida extracción de agua

Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco o Álvaro Obregón son las alcaldía en donde los mantos acuíferos se han explotado más de lo debido

La normatividad de obras cambió tras los sismos ocurridos en la historia moderna de México, sin embargo se debe tomar en cuenta la explotación desmedida de mantos acuíferos para evitar más tragedias por sismos y microsismos

La normatividad de obras cambió tras los sismos ocurridos en la historia moderna de México, sin embargo se debe tomar en cuenta la explotación desmedida de mantos acuíferos para evitar más tragedias por sismos y microsismos

México tiene en su territorio varios estados cuya principal actividad se ubica en zonas sísmicas, esto ha obligado a especialistas a mejorar la calidad de cada construcción, desde una pequeña obra hasta las grandes edificaciones.

La tecnología es básica para aplicarla en normas técnicas como lo explica el arquitecto y director de obra certificado por el gobierno de la Ciudad de México, Nestor Arriaga.

Estos cambios en las Normas de Sismo Resistencia se aplican en todas las etapas de los proyectos, tales como estudios detallados de las características del suelo y las edificaciones, mayor conocimiento en cuanto a métodos de análisis y diseño estructural.

La Ciudad de México registra por cuestiones naturales un hundimiento que va desde algunos milímetros y hasta 20 centímetros al año, prueba de ello es el Ángel de la Independencia que cuando fue construido no tenia escalinatas estaba la base a nivel de piso.

El arquitecto Nestor Arriaga se refirió que esto es por exceso de extracción de agua, lo que genera una deshidratación de la tierra y el movimiento tectónico local como los microsismos, utilización de materiales sismo resistentes y mayores controles durante la etapa del proceso constructivo.

La evolución de las normas de construcción ha mejorado aunque hay zonas de mayor riesgo para edificar desarrollos inmobiliarios como en Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco o Álvaro Obregón donde han explotado los mantos acuíferos más de lo permitido.

Sin embargo se puede decir que de las tragedias se aprende balance positivo del pasado sismo del 19S de 2017, donde solo un pequeño porcentaje de las edificaciones construidas en la Ciudad de México colapsaron o sufrieron daños importantes, demostrando que los cambios generados en las mismas han sido claves para lograr una reducción de la vulnerabilidad sísmica.

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En la actualidad, se destaca el desarrollo de nuevas tecnologías usadas en diferentes que buscan mejorar el desempeño de las edificaciones al momento de que ocurra un sismo con la finalidad de salvaguardar la vida de los ocupantes de un inmueble ya sea casa habitación o plaza comercial lo importante es que independiente de la magnitud del sismo sean los menos daños posibles.

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