Astrónomos descubren el agujero negro estelar más pesado de la Vía Láctea
Se convierte en el segundo más cercano a la Tierra y es un importante hallazgo para la astronomía
Un equipo de astrónomos descubrió el agujero negro más grande hasta ahora en la Vía Láctea y lo llamaron “Gigante Durmiente” por su gran tamaño, que es 33 veces la masa del Sol.
¿Qué son los agujeros negros?
Los físicos y astrónomos los definen como espacios de materia extremadamente densa y son creados por restos condensados de una estrella masiva. Su masa es tan condensada que distorsiona drásticamente el tejido espacio-tiempo.
¿Cómo se crean los agujeros negros estelares?
Cuando una estrella de al menos tres veces el tamaño similar al Sol muere por falta de hidrógeno, causa un colapso gravitacional, lo que genera una explosión. Los residuos crean una supernova y esta produce un agujero negro.
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El agujero negro más grande de la galaxia
En 1964 en una misión en el espacio una máquina de rayos X a bordo de un cohete suborbital detectó el primer agujero negro más cercano a la Tierra. Fue nombrado Cygnus X-1 y lo que más lo caracterizaba era su peso de 21 masas solares que lo convertía en el más grande.
Sin embargo, en un observatorio espacial, operado por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) estaban recopilando datos para su misión Gaia y sus telescopios detectaron un cuerpo celeste muy cerca de la Tierra.
Al captar su atención, los cosmógrafos lo analizaron y revelaron que su masa es 33 veces la masa del Sol. Tras este descubrimiento, apodaron el agujero negro como Gaia BH3 o BH3 para abreviar.
BH3 se ubica a 1.926 años luz, en la constelación de Aquila, esto lo convierte en el segundo agujero negro más cercano a la Tierra.
“Nadie esperaba encontrar un agujero negro de gran masa acechando cerca, sin ser detectado hasta ahora” argumentó Pasquale Panuzzo, astrónomo del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) quien lideró la investigación.
Este descubrimiento ayudó para que los cosmógrafos estudiaran su comportamiento y basado en ello, examinaron su composición que al parecer es pobre en metales, lo que quiere decir que la estrella de donde proviene también lo era.
Estos resultados sirvieron para enriquecer la Teoría de la Formación y los astrónomos llegaron a la conclusión de que estos cuerpos se forman a partir del colapso de estrellas con pocos elementos más pesados que el hidrógeno y el helio en su estructura química.