Con un “no pasó nada”, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el retén que instalaron alrededor de 10 sujetos armados sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, en Sinaloa, este viernes.
En breve entrevista con medios de la entidad desde la presa Picachos, en Mazatlán, el primer mandatario indicó que afortunadamente “no hubo ningún problema” tras el incidente que vivieron los reporteros que lo acompañan en su gira de trabajo.
Aunque sólo respondió con un sí al cuestionamiento si lo ocurrido causó algún susto, López Obrador insistió que no hubo ningún problema.
Y es que de acuerdo a diversos medios, la camioneta de la prensa que sigue al jefe del Ejecutivo Federal fue detenida por el grupo de personas que sujetaban Armas tipo AK-47 para preguntar al conductor el destino de la prensa y si portaban armas.
Tras la negativa del conductor y la explicación que seguían al presidente continuó el paso del vehículo.