La pesca artesanal en el Mar de Cortés
Está actividad se concentra en Sonora y Sinaloa
Por Héctor Reyes Bonilla, Francisco Omar López Fuerte y Carlos Salomón Aguilar
Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).
La pesca en México es en su mayoría artesanal o ribereña. En el Mar de Cortés, usando embarcaciones pequeñas de no más de 10 metros de largo, es donde alrededor de 55 mil pescadores, generan poco más del 50% de la captura ribereña del país, que da empleo a cerca de 90 000 personas, quienes trabajan en alrededor de 250 plantas procesadoras y comercializan dichos productos dentro y fuera de México.
Está actividad se concentra en Sonora y Sinaloa, lugares donde en 2016 se generó una derrama económica de 575 millones de pesos. Por desgracia, al ser esta la principal fuente de sustento de la zona del Golfo de California, se ha puesto en riesgo al ecosistema, y hoy es necesario garantizar que se mantenga sano, en equilibrio y como un vivero de especies marinas. Para esto, es fundamental reordenar este tipo de pesca, una labor que requerirá la participación de un gran número de sectores de la población.
El 75% de los recursos marinos del país se encuentran en su máximo nivel de aprovechamiento sustentable, de acuerdo a los informes del Gobierno Federal, esto permite que la competencia igulaitaria se mantenga entre los pescadores. Desafortunadamente, ese balance puede variar o perderse, debido a efectos ambientales o errores en las asignaciones de las cuotas de captura, que lleva al deterioro de la pesquería, ya que hoy en día el 15% de los recursos marinos de México y del Golfo de California están sobreexplotados.
El problema no es nuevo, en el pasado la falta de regulación provocó que la totoaba, la tortuga y los tiburones fueran capturados sin ningún control, lo que obligo al Estado, a aplicar regulaciones estrictas e incluso llegar a la veda total. También la falta de precisión en la información sobre las capturas, dificulta saber el nivel preciso de explotación de las especies. A esto se suma la pesca ilegal en el golfo, que de acuerdo a un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad, publicado en 2013, puede representar hasta 50% de la captura.
La pesca es una actividad esencial en el Mar de Cortés por su relevancia económica, social y cultural. La mayoría de los recursos aún se encuentran en una situación aceptable, pero es urgente, trabajar para que el estado de las cosas no empeore, y para recuperar las poblaciones que han sido dañadas.
Para lograrlo, se debe involucrar a todos los actores implicados. Es necesario aumentar la vigilancia y así evitar la pesca ilegal; se deben decretar refugios pesqueros y otorgar concesiones que den certeza legal a los pescadores para el manejo de sus recursos. Las comunidades pesqueras deben respetar las regulaciones y llevar registros claros y confiables de las capturas, permitiendo lograr una correcta asignación de cuotas. De igual manera se deben mantener los programas de educación ambiental para todos.
Es indispensable contar con la información científica que guíe de manera certera a todos los sectores, en el adecuado manejo y preservación de sus recursos, para esto, la labor de los académicos será de suma importancia.
De esta forma, es evidente la necesidad de que todas las partes colaboren desde el lugar que les corresponde, ya que esta es la única manera de lograr una pesca verdaderamente sustentable.