Acepta Casa Blanca que editó documento sobre ataque en Bengasi
La cadena de noticias ABC reportó la víspera que el documento fue sometido al menos a 12 modificaciones

Washington.- La Casa Blanca aceptó hoy que fue editado un documento interno preparado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sobre los ataques en Bengasi, Libia, en el que se basó el discurso inicial del gobierno, pero sin afectar su contenido
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que, contrario a lo que afirman críticos del gobierno, el cambio en el documento que fue usado posteriormente por la embajadora estadunidense ante Naciones Unidas (ONU), Susan Rice, no tuvo como propósito ocultar información
Carney insistió en que la ausencia inicial de toda referencia de que el ataque pudo haber sido conducido por terroristas reflejó simplemente la falta de información concreta sobre su naturaleza y autoría
“Este es un esfuerzo para acusar a la administración (del presidente Barack Obama) de ocultar algo que no hemos hecho”, dijo Carney al preguntarle al respecto durante su habitual conferencia de prensa
La cadena de noticias ABC reportó la víspera que el documento fue sometido al menos a 12 modificaciones
Carney aseguró que la única edición hecha por la Casa Blanca y el Departamento de Estado fue el reemplazo de la palabra “consulado” por la de “puesto diplomático”, ya que la instalación en la ciudad libia de Bengasi donde se produjo el ataque no tenía esa categoría
“El punto es que se trató de una corrección factual, una cuestión sin sustancia”, indicó
La revelación parece destinada a darles nuevos elementos a los republicanos en el Congreso, quienes actualmente conducen una investigación de ese ataque donde murieron cuatro personas, incluyendo el embajador estadunidense Chris Stevens
La controversia forzó en diciembre pasado a Rice a retirar su nombre para ser considerada entre los nominados para reemplazar a Hillary Clinton como secretaria de Estado
Las críticas contra Rice fueron en respuesta a su declaración inicial de que el ataque habría sido producto de una protesta popular y no un ataque terrorista como quedó demostrado posteriormente
Carney defendió nuevamente el contenido del documento inicial al argumentar que “la comunidad de inteligencia ofreció la información con la que se sintió segura en ese momento”
Explicó que la decisión de no incluir la palabra “terrorista” se debió a la preocupación de que el discurso pudiera ofrecer información “especulativa”



