Se desborda la desesperación en Haití
Las protestas crecen ante la falta de víveres; ya llegó el primer contingente de tropas estadounidenses para vigilar las calles
Se desborda la desesperación en Haití
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Por David AponteEnviado EspecialPuerto Príncipe.- Gritos de S.O.S. en francés, español e inglés ocuparon las calles del centro de la capital haitiana. Mantas y cartulinas con la leyenda “Nou an difikilte”, “Help” y “ayuda”, aparecieron en los improvisados campamentos de los damnificados
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"Queremos comida, no necesitamos más fotografías", gritaban hombres a los reporteros gráficos. La zozobra se apoderó de las calles por la falta de alimentos y el alza brutal en el precio de la gasolina. Para contrarrestar la situación en las calles, llegó anoche el primer contingente de tropas de Estados Unidos para utilizarlos en tareas de seguridad en la calle. Serán 10 mil elementos
"M bezwen manje", tengo hambre, no pararon de decir en criollo
Las labores de rescate se realizaron por la mañana del domingo pero la misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití ordenó el retiro de las brigadas internacionales porque Cascos Azules de España, Bolivia y Polonia fueron presuntamente atacados con armas de fuego por saqueadores en los sectores uno, tres y ocho. No hubo heridos. Los brigadistas de todos los países recibieron la instrucción de parar las labores
El embajador de México, Eduardo Luis Suárez, confirmó que las tareas de rescate estaban suspendidas. Por la mañana, los rescatistas de distintos países habían salido a las calles y a los suburbios de la capital para tratar de encontrar más personas atrapadas entre los escombros. En paralelo, dio a conocer de la repatriación de una nueva familia mexicana, integrada por Ettienne Robinson y Elvia Tenorio Romero, así como una campaña de radio para rastrear a otros connacionales
Pasadas las dos de la tarde, Carlos Morales Cienfuegos, jefe del grupo “Topos”, dijo que les obligaron a regresar al campamento montado por el gobierno de México en los llanos del aeropuerto
Después de la jornada del sábado, envuelta en saqueos, rapiña y réplicas del terremoto que asustaron a la población, la mañana del domingo comenzó con la salida de las brigadas de españoles, mexicanos, británicos y franceses a los distintos sectores y a zonas conurbadas. Por la tarde, recibieron la orden de la retirada por falta de seguridad para los rescatistas
La movilización social y las protestas de la población crecieron a cinco días de la tragedia que prácticamente acabó con la ciudad. Decenas de hombres se plantaron ante una de las puertas del aeropuerto para exigir trabajo, lo mismo de chofer que de traductor. Militares de Estados Unidos, que tienen el control de la terminal, replegaron a los haitianos. "Retrocedan, retrocedan", gritaban con sus rifles en ristre
Algunos habitantes del centro de la ciudad mostraron su desesperación con mantas colocadas en la calle Lalve. Sobre una estrecha intersección, salieron decenas de mujeres y hombres para gritar que no tenían alimentos y que sus heridos no habían recibido atención médica. "Desde el martes (día del terremoto) no tenemos comida ni agua", dijo Cleamont Marie Betty. Todos duermen en el piso y los heridos están colocados en tiendas de cartón
Otras familias se refugiaron en los jardines de una oficina del Ministerio de Justicia, con letreros en inglés y español: "We need help", "Help us, please". Todos hicieron el mismo reclamo: no hay comida
Las gasolineras se vieron repletas de autos, motocicletas y hombres con bidones. Desesperados, hicieron filas de horas para comprar el galón de gasolina dos veces más caro que antes del terremoto del martes. Ahora tienen que pagar 15 dólares por galón, en lugar de cinco. Los haitianos se apretujaban y se insultaban. Policías haitianos custodiaron algunas estaciones para evitar saqueos de combustible
Una parte de la comunidad haitiana continuó con algunas costumbres: el mercado conocido como “Carbonera” estaba repleto de puestos de verduras, pollo, pescado, cangrejos, camotes, sopa de pasta y carbón. El tianguis está ubicado en el barrio “Marché Salomon”, ubicado por las fuerza de la ONU como una zona roja. Helicópteros de las fuerza armadas de Estados Unidos sobrevolaban la ciudad
En la plaza Champs de Mars, corazón de lo que fue el centro político del país, decenas de haitianos bailaron y cantaron plegarias para que la ayude llegue a las calles. ¿Qué otras canciones cantaban? "No puedo comparar a Dios con nada. Cómo no alabar a Dios por su fidelidad. Jesús es nuestro dolor, pero no moriré porque Jesús es mi rey"
La ciudad frente al mar agoniza frente a la comunidad internacional.