Rinden homenaje a Dolores Olmedo en el Palacio de Bellas Artes
La promotora y coleccionista fue una mujer patriótica que dejó una gran colección de obras para el pueblo de México, coincidieron autoridades INBA
México, diciembre 10, 2008.- La promotora y coleccionista Dolores Olmedo fue una mujer patriótica que dejó una gran colección de obras para el pueblo de México, coincidieron anoche autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el curador Juan Coronel Rivera y el escritor Carlos Monsiváis. Durante el homenaje por el centenario de natalicio de Olmedo (1908-2002), que se realizó en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, María Teresa Franco, directora general del INBA, afirmó que la promotora cultural fue una mujer de gran riqueza y personalidad. "Empresaria, funcionaria pública y cultural y apasionada de las artes, que con su generosidad dejó una impronta innegable en la historia del coleccionismo del arte mexicano", recordó. Refirió que aquellos que la conocieron sabían que era una mujer de una enorme determinación, más allá de su atractivo, de su personalidad, además que tenía una elegancia muy impresionante. "Una mujer que supo ganarse en medio de las adversidades. Estudió en la Academia de San Carlos y fue capaz de reunir los recursos personales que más tarde se convirtieron en un gran legado a México y que constituye una gran colección de arte", dijo Franco. Por su parte el curador de arte, Juan Coronel Rivera, dijo que Olmedo fue uno de los pilares de que se llevara a cabo uno de los últimos deseos del muralista Diego Rivera, su abuelo, de crear el Museo Anahuacalli, lo que ocurrió en 1964. Precisó que ello fue posible gracias a la creación de un fideicomiso, pero también con una parte del dinero de "doña Lola. Son cosas que no se deben de olvidar". Reiteró que mucho se le debe a esta mujer, como que la obra de Diego Rivera entrara a las subastas internacionales de arte, siendo el primer caso en 1959, cuando el nombre del artista plástico fue conocido en otros países. En tanto, el escritor Carlos Monsiváis afirmó que la homenajeada se hizo respetar por su indiferencia al qué dirán e hizo de lo controvertido de su personalidad, una manera de inaugurar, entre otras cosas, su infalsificable perspectiva de género. "Su biografía, como en todos los casos de mujeres a las que me refiero, mezcla la verdad y la leyenda en proporciones ya no identificables; es una personalidad única, que lo es en el momento en que florecen las formas singulares de ejercer la condición femenina", puntualizó. Explicó que tiene un ciclo especial, al no sujetarse desde su entrada en sociedad al régimen patriarcal, ostentando su voluntad de ser poderosa, distinta. "En una ocasión Olmedo le dijo a Elena Poniatowska: `Elenita, yo sé mandar, siempre he sabido imponerme y siempre he sabido a darme respetar", recordó el intelectual. Recordó que la artista y promotora conoció y posó para Rivera; fue acercándose al arte mexicano de la época pero se detuvo "en la obra de Diego Rivera para sellar la amistad con él y Frida Kahlo". En tanto, el director del museo Dolores Olmedo, Carlos Phillips, hijo de la homenajeada, así como el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, Gerardo Estrada, destacaron la gran labor realizada por la coleccionista. Posteriormente fue inaugurada la exposición "Dolores Olmedo, historia de una colección", que permanecerá en la Sala Diego Rivera del Museo del Palacio de Bellas Artes hasta el 11 de enero de 2009. La muestra incluye obras como "El joven de la estilográfica", "Cuchillo y fruta frente a la ventana", "Danza a la Tierra" y "El picador", de Diego Rivera, así como "La columna", de Frida Kahlo, y "Maternidad", de Angelina Beloff, entre otras. Con información de Notimex



