Campo Militar 1 tiene una reputación tenebrosa: David Fernández
No podemos confiar la seguridad ciudadana a instituciones sin un proceso de reconocimiento de su responsabilidad en graves violaciones a derechos
El Campo Militar 1 tiene una reputación tenebrosa, como un centro de detención y represión clandestina
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México
El Campo Militar número 1 tiene una reputación tenebrosa, como centro de detención y represión clandestina, alrededor de los 60-80 contra los movimientos de disidencia política estudiantil, así lo manifestó el integrante del mecanismo para de Esclarecimiento Histórico para la Verdad, David Fernández en el espacio de "Así las Cosas" con Gabriela Warkentin y Javier Risco, tras la visita hecha en días pasados a las instalaciones militares.
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El especialista refirió que hay datos de que ahí fueron recluidos y vistos por última vez multitud de personas militantes de grupos insurgentes, populares y sociales que eran llevados a Pie de la Cuesta en Acapulco, en los “vuelos de la muerte” o eran desaparecidos.
Entrar al campo militar era una demanda importante de los familiares de las víctimas de desaparición, para hallar pistas y parecía irrealizable hasta la semana pasada, tras un largo periodo de negociaciones del titular del Ejecutivo con la cúpula militar.
Afirmó que las diligencias de observación sirvieron para corroborar que, “en efecto en esas instalaciones se cometieron graves delitos y violaciones muy importantes a la dignidad de las personas”; un pasado que sigue presente y es necesario esclarecer para remediar lo que todavía ocurre.
David dijo estar convencido de que la violencia que nos desborda, tiene su origen en los hechos ocurridos en durante la Guerra Sucia, “las Fuerzas Armadas que hoy actúan en el país se estructuraron en aquella época más bien como instrumentos de represión y no de seguridad al servicio de la ciudadanía”.
El Ejército de represión de los 70 y 80 no ha cambiado, “los márgenes de autonomía, las formas de funcionamiento, las disciplinas vigentes, los métodos de combate la vinculación con la delincuencia, continúan presentes”.
“No hay mecanismos de justicia transicional las funciones del Estado autoritario continúan presentes hoy y las resistencias para aclarar el caso Ayotzinapa y las tensiones que se viven entre la Segob, Fuerzas Armadas y Fiscalía son reflejo de esto”.
“No podemos confiar la seguridad ciudadana a estas instituciones sin que tengan un proceso de reconocimiento de sus responsabilidades en graves violaciones a los derechos humanos”, concluyó.