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  • 29 MAR 2024, Actualizado 02:37

CON MARTHA DEBAYLE

CON MARTHA DEBAYLE. ¿Será momento de terminar tu relación?

Si ustedes están indecisos si seguir o no en su relación, aquí les decimos cómo detectar las señales que podrían indicar que es momento de decir Bye

¿Será momento de terminar tu relación?

¿Será momento de terminar tu relación? / Getty Images

Ciudad de México

Mario Guerra, Tanatólogo, conferencista y Business Coach.

De acuerdo a un estudio del American Psychological Association una persona se atreve menos a romper con su pareja, cuando cree que esta depende demasiado de la relación, es decir les preocupa lastimarlos.

El factor sexual es uno de los motivos que hacen perder el interés en una relación; una investigación de Dietrich Klusmann, dice que las mujeres pierden el deseo sexual tras cuatro años de relación mientras que los hombres lo mantienen intacto.

El psicólogo Grant Hilary Brenner dice que los hijos son otro motivo para no terminar una relación.

La autora Luminita D. Saviuc dice que las principales razones por las que alguien no sale de una relación son:

No saben lo que es el verdadero amor.

No conocen su verdadero valor como persona.

Miedo a estar solos o miedo al qué dirá la gente sobre su fracaso.

Están acostumbrados a la incomodidad o al dolor.

Dependencia.

Cuando una relación no está bien, el primer intento es buscar repararla, pero también pasa por la cabeza la posibilidad de terminarla. Pero esta decisión no es tan simple, pues algunas personas sienten que puede ser demasiado pronto o que no han luchado lo suficiente. Aunque la decisión la toma cada persona, conviene conocer algunas pautas que podrían ayudarnos a saber que quizá, ahora sí, es momento de terminar.

Dejar una relación no es cosa fácil

Para quien no está en una situación emocionalmente complicada, dejar una relación parecería ser cuestión de sólo tomar la decisión y marcharse, especialmente si las cosas no están bien y si no se ve que en el futuro cercano puedan cambiar.

Hay otras personas que necesitan (literal) estar con alguien, que sienten que necesitan a esa persona, que tienen miedo de terminar, de ser “el malo o la mala de cuento”.

Pensar o decir que alguien que no está bien en una relación, no la deja porque no quiere, que es una persona débil o tonta por no hacerlo o que le gusta sufrir, generalmente es de muy poca ayuda para alguien e incluso puede causar el efecto contrario:

-Soy alguien tonto y débil, por lo tanto soy una persona defectuosa, por lo tanto no debo dejar a la única persona que “me quiere como soy”.

¿Se debe luchar por una relación o por el amor de alguien?

Depende contra qué o por quien estes luchando y que resultado te ha dado esa lucha.

No tendríamos por qué luchar, si ambas personas quieren estar juntas.

Hay quien dice que lucha contra los que no los quieren ver juntos, contra el destino o contra las adversidades.

Si la lucha es porque tu pareja parece ser inestable, no parece tener mucho compromiso con la relación, es una persona emocionalmente frágil o volátil, tiene alguna adicción o es alguien a quien el tema de la fidelidad es como un estorbo (y eso a ti no te gusta), los resultados no se ven muy prometedores.

La idea es que si sienten que tienen que luchar, lo hagan juntos, con el mismo objetivo.

Te quieres ir cuando todo va mal, pero cuando se arregla te arrepientes.

Es entendible y de eso se aprovechan los manipuladores y otros personajes poco saludables para relacionarse.

Si cuando las cosas van mal, súbitamente mejoran y eso te hace tener esperanza o dudar si la decisión de irte es buena, pues parece lógico quedarte.

Si cuando te quedas, al poco tiempo las cosas se vuelven a descomponer, es probable que vuelvas a “coger fuerza” y ahora sí estés en la decisión de irte.

Hay quien piensa que si las cosas están mal es por una mala racha en la relación.

Es posible, pero una mala racha debería ser eso, una racha y no un estado semi permanente sobre el cuál tu pareja no esté haciendo realmente mucho para mejorarlo.

Ver las cosas en perspectiva: Si algo está bien, está bien. Si algo está mal, está mal. ¿Pero si algo a veces está bien y otras veces está mal? ¡Está mal!

¿Pero y si las cosas no están TAN mal?

Significa que no están TAN bien.

Una relación no debería ser perfecta, pero al menos sí digna para ambos.

Como una casa: El que sea habitable, no la hace bonita y menos que se parezca a la casa de tus sueños (a menos que hayas soñado con una casa en obra negra o derruida).

A veces tenemos la tendencia a pensar que, si algo no está tan mal, deberíamos aceptarlo. Es como comprar carne sólo medio podrida, porque como no está bien podrida, pues no está TAN mal.

No esperes a que las cosas están muy mal, basta con que no estén bien para que tengas elementos para tomar esa decisión.

Las 10 señales para salir corriendo

1.- Cuando ya has intentado todo y nada cambia o cambia muy poco, sólo a ratos y el esfuerzo es mayor que el resultado.

2.- Cuando las promesas lleguen muy tarde y las acciones nunca:

Tu pareja te promete que ya ahora sí va a cambiar (especialmente cuando siente que ya te quieres ir), hace cambios que no duran o francamente se cierra a todo ofrecimiento de tu parte porque dice que nada de eso sirve (pero nunca te dice que cree que sí).

3.- Cuando la otra persona ya no hace nada por mejorar su relación:

Esto es peor, porque ya cayó en la indiferencia o, mucho peor, ha mostrado su egoísmo

De esto te das cuenta porque te dice que él o ella, no tiene ningún problema, que quien tiene el problema eres tú y que te ahogas en un vaso de agua. Que todo está bien así.

No puedes esperar mucho de alguien con una perspectiva tan distinta a la que tú, e incluso otros, puedan tener

4.- Cuando las miles de reparaciones ya no alcanzan para sostener las paredes de tu corazón:

Esto pasa cuando tu pareja hizo algo que te lastimó, te jura que ya no volverá a pasar y vuelve a pasar

A lo mejor tiene la intención de que así sea, pero está visto que hay algo más fuerte que su deseo y voluntad o que no tiene idea cómo pararlo.

5.- Cuando ya no quieres quedarte (aunque tampoco quieras irte):

Si empiezas a pensar en irte, debería ser razón suficiente al menos para tomar este pensamiento en serio

Si uno pensara mudarse de casa es porque quiere ir a una mejor o quiere alejarse de la que tiene por tener algún problema con ella

6.- Antes de que le odies o te acabes odiando a ti:

Cuando nos quedamos luchando, por un supuesto amor o por lo que sea y las cosas van empeorando (y si están mal lo harán), es probable que al paso del tiempo empieces a acumular resentimiento contra esa persona, esa persona contra tú contra ti misma cuando cobres conciencia de que has desperdiciado mucho tiempo de tu vida en una relación que no era buena o al menos a ti no te hacía bien

7.- Antes de que pase más tiempo:

Cuando sientes que has invertido tanto que no quieres perder tu inversión, puedes decidir quedarte, pero no te das cuenta que al hacerlo, sigues perdiendo más y más cada día, como cuando te des cuenta que el tiempo, la edad y tus oportunidades se están fugando lenta pero incesantemente.

8.- Cuando sientes alivio de que no esté o cuando tengas miedo de que se vaya:

Si cuando tu pareja no está en casa o cerca puedes hablar, opinar, reir, bailar o llevar tus rutinas más básicas sin temor al enojo, la crítica o el desprecio del otro, algo no anda bien

Tampoco cuando la sola idea de que tu pareja se vaya te aterra al punto de angustiarse sólo por haberlo pensado. Esa puede ser una señal de codependencia y no de amor.

9.- Cuando esa persona es lo único que tienes en la vida:

Suena extraño decir esto, pero si las cosas no están bien entre ustedes y hay señales de abuso, maltrato o egoísmo, quizá aquí aplique muy bien el refrán que dice que “más vale sola que mal acompañada”

Es hora de empezar a buscar apoyo de amigos, familia o de un terapeuta que contribuya al fortalecimiento de tu autoestima.

10.- Cuando tu única esperanza es un milagro:

No digo que los milagros no puedan ocurrir, lo que digo es que a veces ocurren de maneras distintas a como los deseamos

Quizá para ti el milagro sea ponerte a salvo y empezar una vida distinta con alguien que no sólo te diga que te ama, sino que verdaderamente sepa amarte

¿Qué pasa si todo eso pasa, pero yo sigo amando a la persona?

Mejor preguntarse, ¿Qué pasa si lo que más amas está dañando tu salud mental, arruinando tu vida y robándote buenas oportunidades?

¿Qué harías si lo que dices que más amas te está destruyendo como un cáncer que al principio no da síntomas y que cuando lo detectas ya es demasiado tarde?

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