CON GABRIELA WARKENTIN Y JAVIER RISCO. "El presidente está rompiendo con la congregación más poderosa del país"

México

Tras lamentar el asesinato de los sacerdotes jesuitas, el sociólogo y especialista en religión Bernardo Barranco señaló que el conflicto resultado de un asesinato absurdo ha escalado a un conflicto mayor en la relación entre la Iglesia y el Estado en el que el punto central es la política de seguridad.

Luego de la escalada, puntualizó que la Iglesia católica a través del episcopado y haciendo eco a los jesuitas ha pedido al presidente que escuche a las diferentes a víctimas, académicos, sociedad civil, investigadores, medios y oposición.

En segundo término “no ver hacia atrás en términos de seguridad” y tercero “que cambie la estrategia de seguridad”, siendo esto último lo que ha molestado al presidente.

Asimismo, el sociólogo señaló la forma en que ha respondido el presidente “es muy dura” con términos como “apergullamiento” de la Iglesia a la oligarquía, o llamándoles hipócritas, alzando el tono contra los jesuitas, afirmando que en términos mediáticos y de expresión “le ha faltado tacto, él es el que ha calentado la atmósfera de crisis de relación entre la Iglesia católica y el Estado”.

Y recordó el conflicto por cobro de piso denunciado en Jalisco al que tanto el gobierno federal como local dieron una “respuesta seca y formal, poco sensible”.

Agregó que el conflicto, se ha extendido a otras iglesias, como los adjetivos a Carlos Alazraki, “una crítica que está cargada de simbolismos negativos, por más odioso que pueda ser Carlos Alazraki no se le puede decir nazi o hitleriano”, un hecho al que reaccionó la comunidad judía.

Señaló que “el presidente no puede jugar con fuego por legitimar su estrategia de seguridad”, Estamos en el preámbulo de llegar al nivel del conflicto en 1993-1994 con el asesinato del cardenal Posadas Ocampo y meses después el levantamiento zapatista del que se condenó al obispo Samuel Ruiz como forjador; sería muy lamentable regresar a esos niveles.

“El presidente está rompiendo con la congregación más poderosa del país, el propio Papa es jesuita y se defienden a muerte. Está malavareando con aspectos muy delicados”, señaló.