El viaje del año nuevo: De las islas Kiribati hasta la última frontera en Samoa
Conoce cómo la línea internacional de cambio de fecha define qué países reciben primero el 2026 y quiénes son los últimos en brindar

Cada 31 de diciembre, el mundo entero se une en una celebración global, pero debido a la rotación de la tierra y la organización de los husos horarios, no todos recibimos el año al mismo tiempo. Aunque técnicamente el planeta está dividido en 24 husos horarios principales, la realidad es mucho más compleja y fascinante. Las líneas que dividen estas zonas no son rectas; se curvan y zigzaguean para adaptarse a las fronteras políticas y necesidades comerciales de cada nación, creando un mapa temporal lleno de curiosidades.

¿Dónde comienza oficialmente el nuevo año?
El punto de partida de este ciclo es la Línea internacional de cambio de fecha (IDL). El primer lugar habitado en el planeta en dar la bienvenida al año nuevo es la nación de Kiribati, específicamente en la zona conocida como la Isla de Navidad. Lo curioso es que este país solía estar dividido por la línea, lo que generaba una diferencia de 24 horas entre sus propias islas. Para solucionar esto, en 1995, el gobierno decidió desplazar la línea miles de kilómetros hacia el este, creando ese característico “martillo” que vemos en los mapas actuales.

Gracias a este ajuste, los habitantes de localidades con nombres tan curiosos como Banana, Londres, Paris y Polonia son los primeros seres humanos en ver los fuegos artificiales de un nuevo ciclo, seguidos poco después por Nueva Zelanda, Australia y el continente asiático.
El fenómeno de las dos celebraciones en Samoa
A medida que el sol avanza hacia el oeste, el año nuevo recorre Europa, África y finalmente América. Sin embargo, el fenómeno más extraño ocurre al final del recorrido. En el pacífico sur, las islas de Samoa y Samoa Americana están separadas por tan solo 70 kilómetros de mar, pero viven en dimensiones temporales distintas.
- Samoa: Se encuentra al oeste de la línea y es de los primeros en festejar.
- Samoa Americana: Se ubica al este de la línea, siendo el último lugar habitado en recibir el año.
Esta cercanía física, pero lejanía temporal, permite que algunos viajeros experimenten algo único: celebrar el año nuevo en Samoa, tomar un vuelo corto o un barco hacia Samoa Americana y volver a vivir la cuenta regresiva horas después. Es, literalmente, un viaje al pasado que muchos entusiastas del turismo y la tecnología aprovechan para duplicar sus festejos.

La última frontera
Si nos ponemos estrictamente geográficos, el año nuevo termina su recorrido en las Islas Baker y Howland, territorios estadounidenses en el Pacífico. A diferencia de Samoa Americana, estas islas están completamente deshabitadas. Allí, el cambio de ciclo llega una hora más tarde que en cualquier otro lugar, pero sin humanos presentes.
Este rompecabezas temporal no solo es una curiosidad geográfica, sino una muestra de cómo la humanidad ha adaptado la ciencia del tiempo para facilitar la vida cotidiana y la conectividad global.



