Bolsitas de té liberan millones de microplásticos; Así puedes preparar tu infusión para evitar consumirlos
Los microplásticos se encuentran casi en todas partes, pero un estudio reveló que las bolsitas fabricadas con polímeros desprenden grandes cantidades
Un reciente estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), reveló que las bolsitas de té pueden desprender millones de microplásticos al entrar en contacto con agua caliente.
La investigación también develó que la cantidad de microplásticos dependerá del material con el que están fabricadas:
- Las bolsitas de té hechas de polipropileno liberan aproximadamente mil 200 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 136,7 nanómetros.
- Las bolsitas de té hechas de celulosa liberan unos 135 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 244 nanómetros
- Las bolsitas de té hechas de nailon-6 liberan 8,18 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 138,4 nanómetros.
¿Cómo preparar el té para evitar los microplásticos?
Si quieres tomar té de una forma más saludable, te compartimos algunas recomendaciones para que puedas hacer tus infusiones más libres de microplásticos:
- Comprar té que no esté embolsado. Hay opciones en el mercado que venden las flores, hiervas o frutas molidas y deshidratadas, libres de estas bolsitas fabricadas con polímeros y la manera de preparar una infusión de té suelto es con ayuda de un filtro o infusor de té, de preferencia, hecho de acero o metal inoxidable.
- También puedes comprar el té en bolsa, pero a la hora de querer tomar uno, vaciar el contenido de una o dos bolsitas en un infusor.
- Comprar té embolsado, pero revisando que el material de las bolsitas sea biodegradable, por ejemplo, de algodón.
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¿Qué son los microplásticos y qué pasa si entran a nuestro cuerpo?
Como su nombre lo dice, los microplásticos son fragmentos diminutos de plástico y estos se encuentran casi en todos lados, ya que algunos materiales como polímeros los desprenden con facilidad.
Cuando los microplásticos entran a nosotros se adhieren y se absorben en las células de nuestro organismo, en especial a las intestinales, lo que alteraría la función protectora del moco intestinal, facilitando la entrada de sustancias dañinas a nuestro cuerpo.