Propone gobierno acuerdo para que Altos Hornos siga operando: AMLO
México
Se le dejó en claro a empresario que no habrá rescate pero sí podrán pagar deuda al gobierno federal de manera diferida
Al enfatizar que el problema de Altos Hornos ha sido la mala administración de sus responsables, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que continúa el acercamiento con los representantes de Altos Hornos de México para que siga operando en México sin poner en riesgo el erario público.
Durante la mañanera, el Primer Mandatario comentó que le propuso a Alonso Ancira, directivo de la empresa, ayudar a la empresa con la restructuración de la deuda que Altos Hornos tiene con la Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Hacienda, siempre y cuando inviertan en modernizar la planta.
"Si se va a llevar a cabo esta participación de más inversión privada, particular, nacional, extranjera y necesitan tiempo para pagarnos podemos hacer un plan hacia adelante, calendarizar esos pagos y regularizar la situación con el gobierno. Estamos esperando la respuesta pensando desde luego en los trabajadores, en que no sean despedidos".
Y es que explicó que la deuda de Altos Hornos de alrededor de cinco mil millones de pesos, sin embargo insistió, esta empresa tiene gran potencial de salir adelante, sin esperar que el gobierno la rescate como ocurría en otros gobiernos.
"Ya son otros tiempos, porque por ejemplo veo que tenían como cinco aviones, qué es eso, usaba los aviones se los prestaba a Moreira y todos los gobernadores de Coahuila y todo eso podría resolverse, desde luego debe haber inversión nueva, dinero que se invierta, dinero fresco y nosotros los ayudamos en lo que corresponde a la deuda con el gobierno que no es poca, debe andar en el orden de tres a cinco mil millones".
Sin dar mayores detalles indicó que siguen en espera de la respuesta de los representantes de Altos Hornos de México. El Jefe del Ejecutivo Federal criticó también fuertemente a la empresa asegurando que se vieron beneficiados en la época neoliberal por lo que no se esmeraban en administrar bien sino en moverse como traficantes de influencias y ocupar dinero en gastos superfluos como financiando incluso campañas políticas.