El testimonio que puso en jaque a García Luna en el juicio de “El Chapo”
Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, fue acusado de recibir multimillonarios sobornos en el juicio de “El Chapo”
Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, ha sido detenido acusado de conspiración por narcotráfico y falsear declaraciones.
La última vez que el hombre de mayor confianza y poder de Calderón estuvo en el ojo del huracán fue durante el juicio a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Capturan a García Luna en Texas
El 20 de noviembre de 2018 Jesús Zambada García, “El Rey”, afirmó que hizo multimillonarios pagos a García Luna en 2005 y 2006.
Detalló que se reunió 2 veces con el ex funcionario en un restaurante donde entregó un portafolio con 3 millones de dólares en efectivo (más de 57 millones de pesos) en cada encuentro.
Uno de estos sobornos se realizó en 2005 cuando García Luna estaba al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y el segundo al siguiente año ya como titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
“El Rey” Zambada, antiguo operador del Cártel de Sinaloa, mencionó en aquella declaración que personalmente y subordinados de su organización sobornaron a altos funcionarios del gobierno de México.
Genaro García Luna: no recibí sobornos ni tuve contacto con "El Rey" o "El Chapo"
El 21 de noviembre de 2018, un día después de las declaraciones, Genaro García Luna negó las acusaciones en el programa Así El Weso con Enrique Hernández de W RADIO.
“Nunca tuve contacto con ellos (“Rey” Zambada y “Chapo” Guzmán)”, dijo en aquella entrevista. También afirmó que nunca fue tentado por grandes capos para recibir dinero.
A casi un año de ese testimonio el ex funcionario, que por un sexenio mantuvo el control de la Policía Federal, enfrenta 3 cargos de conspiración de tráfico de drogas y uno de emitir declaraciones falsas.
“A cambio de sobornos multimillonarios, el acusado supuestamente permitió que el Cartel de Sinaloa operara con impunidad en México”, anunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Fue detenido en Texas por agentes federales estadounidenses, mientras el gobierno de ese país busca trasladarlo a Nueva York para enfrentar la ley.
De ser declarado culpable podría enfrentar una pena que va de los 10 años de prisión a la cadena perpetua.