Carolina Herrera y otros casos de apropiación cultural
Ciudad de México
La casa de modas Carolina Herrera aún no ha dado una respuesta formal al gobierno mexicano, luego que la secretaria de Cultura de México, Alejandra Fraustro, la acusó de apropiación cultural, asegurando que varias piezas de su colección Resort 2020 forman parte de la cosmovisión de comunidades específicas de México. Además, el gobierno de México pidió que se de a conocer si las comunidades se beneficiarán de las ventas de dicha colección.
En un breve comunicado, el director creativo de la marca, Wes Gordon, aceptó que "la presencia de México es indiscutible en esta colección" y señaló que la colección 'rinde homenaje a la riqueza de la cultura mexicana'.
Sin embargo, el argumento del 'homenaje' no es algo nuevo, ya que se ha utilizado para explicar otros casos donde se han utilizado sin consentimiento, los diseños identitarios de comunidades indígenas mexicanas.
BORDADOS DE TLAHUILTOTEPEC
El pueblo Tlahuiltotepec Mixe, que habita en la Sierra Norte de Oaxaca, denunció en 2015 que la diseñadora francesa, Isabel Marant, había plagiado su blusa típica, por lo que exigieron que fuera retirada de su colección. El caso llegó a tribunales de Francia, donde Marant reconoció el origen mixe de los estampados y retiró las blusas de sus aparadores, las cuales se vendían en 290 dólares (4,780 pesos de acuerdo con el tipo de cambio en ese año), diez veces más que el valor de la original.
TENANGOS
Pobladores de Tenango de Doria, municipio del estado de Hidalgo, han defendido sus bordados en varias ocasiones.
En 2015, Nestlé México reprodujo los diseños de dos artenanos de Tenango de Doria, en tazas que reproducían dibujos de Oaxaca, Chiapas e Hidalgo. En 2016, los artesanos interpusieron una demanda por plagio
A principios de octubre de 2017, la empresa española Mango fue señalada de plagio por vender un suéter con bordados característicos de la comunidad otomí. La marca reconoció que sus diseñadores tomaron imagenes de intenet de los tenangos y aseguró que "desconocían que se trataba de representaciones elaboradas por comunidades indígenas". Además de retirar las piezas, la empresa ofreció buscar vías de colaboración para reparar el daño.
Días después, la youtuber Mariand Castrejón conocida como 'Yuya' sacó al mercado una línea de maquillaje que estaba ilustrada con figuras de los bordados de Tenango.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos admitió en febrero de 2018 una queja contra Nestlé, Mango y Yuya por plagiar los tenangos con fines de explotación comercial, donde los creadores no recibieron un solo peso.
BORDADOS SAN ANTONINO CASTILLO VELASCO
En 2016, la marca Rapsodia vendió en Argentina una blusa con bordados característicos de la comunidad oaxaqueña de San Antonino Castillo Velasco, sin autorización ni referencia alguna a dicha comunidad. La diseñadora textil Claudia Muñoz subió a change.org una petición para exigir el reconocimiento del plagio y una disculpa pública a la comunidad.
MUÑECAS MAZAHUAS
En 2017, en el Senado se aprobó un punto de acuerdo para exhortar al gobierno federal a investigar la comercialización de imitaciones chinas de muñecas mazahuas a través de la cadena de tiendas departamentales Liverpool, que al poco tiempo retiró el producto de sus tiendas.
BORDADOS DE AGUACATENANGO
Artesanas de Aguacatenango, Chiapas, denunciaron en septiembre de 2019 que la firma Zara había plagiado uno de sus bordados tradicionales, en una blusa que estaba a la venta en 500 pesos, mientras ellas reciben solo 200 por un bordado original.
SUDADERAS DE 'JERGA'
Aunque no hay reportes de denuncias por este caso, en redes sociales se habló mucho de la sudadera que la firma Michael Kors lanzó en su colección en septiembre de 2018.
La pieza es muy similar a las sudaderas mexicanas hechas de 'jerga' que se venden en un promedio de 250 pesos, mientras que la pieza del diseñador neoyorkino se vendía en 15 mil pesos.
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