Mujeres, aun rezagadas en la política mexicana
Acosadas, amenazadas y asesinadas, actualmente, ninguna dirigente nacional de partido, sólo una gobernadora y tres secretarias de Estado
México
En pleno siglo XXI aún hay regiones, y muchas, en México, donde se dice y se cree que la política es un asunto exclusivo de los hombres.
Para muchas es imposible dejar sus labores del hogar para incursionar como activistas o servidoras públicas. Pues aunque se ha avanzado a lo largo de los años, la presencia e influencia de las mujeres en la vida política nacional sigue convirtiéndose en un pendiente de este país.
Aún y cuando se han hecho reformas para lograr la paridad en los cargos de elección popular, para ponerle fin a la malvada y mal llamada 'practica de las juanitas', de que registran a mujeres pero después la diputación o la senaduría pasa a manos de un hombre, a la mujer mexicana le sigue costando el doble o triple, que a un hombre, posicionarse en la administración pública.
Sin dejar de mencionar que no sólo es víctima de la violencia de género, del acoso, el regateo y condicionamiento de candidaturas, sino de la misma violencia física que ha llevado hasta la muerte de precandidatas, candidatas y funcionarias.
Apenas el mes pasado asesinaron a la aspirante del PRD a una diputación local, Antonia Jaimes Moctezuma, en Chilapa de Álvarez, Guerrero y después mataron a la precandidata del PRI, Dulce Rebajo Pedro, sin olvidar el artero crimen de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Mota que el mismo día que asumió el cargo fue acribillada en enero del 2016, por mencionar algunos casos.
Ifigenia Martínez, una de las políticas de izquierda de mayor trayectoria reconoció que si se han roto varias cadenas de la participación femenina en política pero aún hay mucho por hacer.
Mujeres, lo mismo citadinas, que indígenas, de la montaña que de los pueblos, mujeres que han luchado, como Elvia Carrillo Puerto, o la comandanta Ramona, o Esther o María de Jesús Patricio por abrir espacios a otras mujeres. La mujer en la política se enfrenta a todo y a todos.
La campeona olímpica, Ana Gabriela Guevara, dejo las pistas deportivas por las políticas en el Senado y saltó a la fama no justamente por las leyes impulsadas sino por la deleznable golpiza que le pusieron en la carretera México-Toluca.
En tanto que la diputada de Veracruz, Eva Cadena, la llamada recaudadora de Morena exhibida recibiendo dinero supuestamente para Andrés López Obrador, aseguró que fue objeto de una trampa de su mismo partido.
Margarita Zavala, la única mujer que podría aparecer en las boletas electorales del próximo 1 de julio para la Presidencia, se vio obligada a renunciar al PAN pero no a su convicción de seguir haciendo política.
Con posibilidades reales, dos mujeres, Alejandra Barrales y Claudia Sheinbaum, se disputan el gobierno de la Ciudad de México, una de las más grandes del mundo, por primera vez, la capital del país podría ser gobernada por una mujer.
Rosario Robles fue jefa de gobierno pero como relevo de Cuauhtémoc Cárdenas más no electa.
Actualmente sólo hay una gobernadora en México, Claudia Pablovich en Sonora, no hay ninguna dirigente nacional de partido, en la Cámara de Diputados de 500 legisladores 159 son diputadas, el Senado de 128 miembros, sólo tiene a 51 mujeres.
En el gabinete presidencial sólo tres son mujeres, las secretarias de la Función Pública, Arely Gómez, Sedatu, Rosario Robles y Cultura, Cristina García Cepeda, en Cultura.
Por cierto, en el 2016 cuatro alcaldesa chiapanecas fueron obligadas a renunciar a su cargo para el que habían sido electas para dejárselo a un hombre. Rosa Pérez en Chenalhó, María Gloria Sánchez en Oxchuc, Olga Gómez en Chanal y Fabiola Vázquez de Tila.