La envidia es el veneno de los mediocres
Desear lo que tiene el de junto es humano, trabajar para obtenerlo es el costo que no quiere pagar el envidioso
México
Uno de los sentimientos o emociones de mayor toxicidad en la vida es la envidia.
Todos en algún momento la experimentamos. Desear lo que tiene el de junto es humano, trabajar para obtenerlo es el costo que no quiere pagar el envidioso.
Especialistas advierten que la envidia encubre episodios de depresión, ira y sobre todo baja autoestima.
La envidia no respeta raza, color, afición, emoción, signo del zodiaco, estatura, idioma, sexo, horóscopo chino, cartera, nivel educativo, profesión, peso o talla; es una lamentable forma de vida para muchos y muchas.
Químicamente la envidia se convierte en un veneno que para muchos podría ser placentero. Una investigación en Japón publicada en la revista Science revela que durante los episodios de envidia el hipotálamo libera oxitocina y dopamina lo que para algunas personas puede resultar como un incentivo para alcanzar metas, mientras que otros se quedan en la experiencia solo por placer.
Lo cierto es que la gente envidiosa sufre más, especialistas advierten que la envidia bien utilizada sirve para superar nuestras propias limitaciones, sin embargo, la mayor parte del tiempo el envidioso o envidiosa pierde el foco de lo que realmente quiere o desea.
Está tan ocupado del mundo que se olvida de vivir.
¿Cómo desactivar a un envidioso o envidiosa?
Sencillo, ignóralo o ignórala. Suelen querer atención todo el tiempo, así que date tiempo y bloque sus comentarios que sin duda llevan cierta cantidad de un veneno que podría estarlo matando o haciéndolo sentir feliz.
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