Era una pareja de universitarios que vivía en el mismo piso y compartía habitación. Y el próximo domingo serán rivales en el Super Bowl LI.
Se trata de Mohamed Sanu, receptor de los Halcones de Atlanta, y Logan Ryan, cornerback de los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Sanu llegó a la universidad de Rutgers como jugador de la secundaria, como safety, pero como tenía uno de los mejores físicos de la plantilla fue cambiado a la posición de receptor donde, en 2011, tuvo un año fantástico que le llevó a ser elegido en el draft, por los Cincinnati Bengals, en tercera ronda. El año siguiente, su compañero de habitación también era un tercera ronda, en este caso de los Patriots.
Lee la nota completa en AS México