Un Premio Nobel para el diamante de las Grandes Ligas
La pasión del inmortal T.S. Eliot por los Boston Red Sox de la MLB quedó plasmada en su obra poética
México
Thomas Stearns Eliot nació en San Luis, pero nunca sintió ningún tipo de atracción por los Cardinals. Su corazón, como su sangre y su familia, siempre perteneció a Nueva Inglaterra y a los Boston Red Sox.
A los 18 años ingresó en Harvard, institución en la que su primo Charles William Eliot fue rector y un gran opositor a deportes como el football, el béisbol, el baloncesto o el hockey. Para el primo de T.S Eliot los únicos deportes puros eran el remo y el tenis, ya que los otros fomentaban comportamientos mezquinos con el fin de lograr la victoria, valores que no se enseñaban en la elitista universidad y ponía como ejemplo la bola curva lanzada por un pitcher.
T.S.Eliot no compartía ninguno de estos postulados con su primo y los dos primeros años de estancia fue llamado al orden por la institución académica y puesto bajo vigilancia, debido a su bajo rendimiento, ya que pasaba más horas en Huntington Avenue Grounds, estadio del equipo de Boston, que en el campus.
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