Huelga en Argentina deja sin transporte público a miles de personas
La huelga afecta principalmente al transporte público de pasajeros, transporte de cargas, vuelos, bancos, gasolineras y puertos

Por Socorro HernándezMéxico.- En Argentina, los principales sindicatos iniciaron una huelga general de 24 horas para exigir una rebaja en el impuesto que grava al salario, en medio de la delicada situación económica que vive el país a siete meses de los comicios presidenciales
La huelga afecta principalmente al transporte público de pasajeros, transporte de cargas, vuelos, bancos, gasolineras y puertos, cuyos trabajadores reclaman una respuesta del gobierno ante la presión impositiva y la caída del poder adquisitivo que según dicen sufren por la alta inflación
El paro se da en las negociaciones salariales entre sindicatos y empresas, que fue convocado inicialmente por los gremios de trabajadores del transporte. Luego se adhirieron a ella las poderosas centrales sindicales opositoras, partidos de izquierda y algunos gremios oficialistas
Los líderes sindicales aseguran que la escala del impuesto a las ganancias que se aplica a los salarios quedó desactualizada por la alta inflación y cada vez más trabajadores se ven obligados a pagar una elevada tasa del gravamen
Se prevé que los mercados financieros operen con una actividad muy reducida, mientras que los puertos de granos del área de Rosario y la plaza ganadera de Liniers, en Buenos Aires, estaban prácticamente paralizados
A siete meses de las elecciones presidenciales, el gobierno de Cristina Fernández -quien no podrá presentarse a una nueva reelección-, consideró que la huelga tenía carácter estrictamente político y adujo que el Impuesto a las Ganancias -que grava los sueldos-, afecta sólo a los trabajadores de salarios altos. La presidenta agregó que la tasa grava sólo al 7 u 8 por ciento de los trabajadores del transporte automotor en huelga
La paralización es impulsada por la principal central obrera opositora al Gobierno, la Confederación General del Trabajo (CGT) -que controla sindicatos clave como el de choferes de camiones-, y la más pequeña Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), con influencia sobre los gremios de empleados estatales.



