Doctor Q: Un hombre que empuja constantemente el límite de lo que hace

Por Mercedes Altamirano BolívarJalisco.- “Si no soy ser humano, ¿Cómo voy a poder curar, cuidar, a un ser humano?”. De esta manera explica a los micrófonos de W radio Guadalajara, Alfredo Quiñones Hinojosa (uno de los médicos neurocirujanos, investigadores y expertos en cáncer más reconocidos a nivel mundial), su cercanía emocional con los cientos de pacientes que ha atendido, y ahonda, “de la forma en que yo me he protegido emocionalmente también, es simple y sencillamente en decirme a mí mismo: pues soy ser humano, no soy Dios, no soy nada especial, yo hago lo posible por tratar a mis pacientes en cuestiones que son imposibles”. Mexicano, Dr. Q, como es conocido, nació en Mexicali, Baja California. Asentado en Estados Unidos, actualmente como Director de la Clínica de Tumores Cerebrales y Cirugía Pituitaria en el hospital Johns Hopkins, en Baltimore, tiene trazado en su historia haber sido un niño migrante desde los once años que cruzó la frontera de Estados Unidos, la primera vez con sus padres, y las tres restantes solo. Reconoce en esa cuna humilde de la que proviene, lo que lo hizo diferente de todos los demás. Orgulloso relata que eso fue parte, junto con sus buenas calificaciones, lo que lo llevó a dar el discurso de graduación de su generación, en 1999, en la facultad de medicina en Harvard, a donde logró llegar. Pero eso es pasado, lo que hay que atender es el presente. Identificado con la problemática actual de los niños que buscan en Estados Unidos poder cambiar su adversa situación de vida, Quiñones recuerda su paso por los campos del otro lado como trabajador en la pizca del tomate, lo que le significó ser maltratado, sufrir y trabajar con el estómago vacío, y cuando hay alguien que le refiere que él trabaja muy duro, señala que no es nada “comparado con ser niño, y no tener la esperanza, no tener nada"

Práctico ante la realidad, Dr. Q, aunque suelta la típica frase de “no podemos quedarnos con las manos cruzadas”, sabe que tiene la autoridad moral para hacerlo, ya que desde 2006 ha venido a hacer misiones altruistas académicas a Guadalajara, además de haber recorrido el mundo con su mensaje particular de vida que ha ayudado no solo a varios pacientes, sino a Doctores y a cualquiera que observe su vida, como ejemplo a seguir, porque enfatiza “es lo único que puedo compartir”

Por eso, de la aflicción actual de los niños migrantes, lamenta lo que sucede, pero indica que pone su grano de arena, para aportar en el cambio gradual de la situación: “La forma en como yo lo hago es que me vengo aquí a México, a hacer mis misiones, me traigo mis cuatazos, mi equipo, pagamos nosotros mismos, dejan a sus familias, es un sacrificio pequeñito comparado con el sacrificio que hacen nuestros jóvenes atorados ahí en la frontera. Yo invito a la gente a que hagan esto: Que no digan, “ tengo que aportar un millón de dólares para hacer el cambio en el mundo, ¡no!, a veces un granito de arena, hacer algo, ayudar, ser voluntario, ser buena persona, honesto; educarse, eso es lo más importante"

Este lunes y martes, el Dr. Q, realizará 7 operaciones cerebrales, con diferentes problemáticas, en el Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, en el marco del programa altruista de Neurocirugía comunitaria, en el que participa por cuarta ocasión.