Las ‘dolencias’ del sector salud

Por David Galván. México.- En el marco de la marcha de apoyo a 16 doctores acusados de negligencia médica en Jalisco, miembros de este gremio en la Ciudad de México hablaron de los principales obstáculos que encuentran para el pleno desarrollo de esta actividad. La doctora Liliana Tapia refiere en primer lugar la complicación que se halla en el sector para poder brindar a los pacientes un buen servicio. “Sobre el médico caen todos los reclamos, si no hay personal, si las citas tardan más de 5 horas en pasarse, si no hay recursos, si no se tomaron las radiografía, etcétera, y creo que esto es un problema del gobierno y de los sistemas de salud que son muy deficientes”. Finalmente el médico es el primer contacto con el paciente, y recibe los reclamos incluso por las carencias en infraestructura o la saturación de las instalaciones, como explica el galeno Raúl Florentino. “Pero es cierto que estamos trabajando en unas condiciones muy malas. Cada vez hay una mayor demanda de atención, hay poca infraestructura, y la poca infraestructura que hay está mal utilizada. Hay demasiada corrupción. Yo vengo del área de oncología y en el Hospital General de México, por ejemplo, del área de radioterapia, se está al 50 por ciento de las máquinas”

Algunos profesionistas de la salud refieren además cierto maltrato de los pacientes, quienes asumen que se tiene un estilo de vida muy distante al que en verdad puede darse por ejemplo, un médico residente como Edgar Robles, de Hermosillo. “Muchos creen que realmente por el hecho de ser médicos nos están pagando demasiado y exigen, a veces, casi hasta milagros, en algunos casos. Nosotros trabajamos realmente con lo poco que hay, con la finalidad de entregarlo todo y hacer lo mejor posible”

Pero incluso las vulnerabilidades del sector ahora se relacionan con cuestiones de seguridad, como se evidencio en días recientes con el caso de María Concepción Torre, pasante de medicina que fue hallada sin vida en la cajuela de un automóvil en el estado de Sonora. Esto comentó enfundado en su bata blanca Luis Eduardo González: “Los derechos de los médicos pasantes. Que sean protegidos, que no sean asesinados en su servicio social. Que se garantice su salud, su seguridad. En este mes, la pasante que fue asesinada en Sonora. Lo que sabemos nosotros por medio alternativos es que por año mueren tres pasantes en promedio”. El riesgo parece latente para aquellos que deciden realizar su servicio social en comunidades del interior de la República, sobre todo en las entidades que registran mayores índices de violencia por el crimen organizado, como refiere una de las doctoras que participaron en la marcha del día domingo. “Uno de ellos llegaron unos pacientes con balazos. Él les dio la atención inmediata y los trasladó. Al otro día llegaron unas personas y le dijeron: ¡Ah! ¿Usted ayer no atendió a nuestros compañeros?’ Y lo mataron. Ahí en su centro de salud, en Guerrero y en Michoacán. Por eso venían diciendo ‘Ni un pasante más’”.