¿Sabías que existen píldoras para que no se acabe el amor?
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Por: Kristina Velfu México.- El divorcio es un tema cada vez más común, sus consecuencias emocionales, sociales y hasta económicas son difíciles de superar e invariablemente son fuente de sufrimiento
Científicos de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, consideran que esto puede evitarse con el uso de medicamentos. A través de estudios con técnicas de imagen cerebral, han llegado a la conclusión de que el amor es una suerte de reacciones químicas de nuestro cerebro que tienen como cometido que busquemos alguien con quien cumplir nuestro destino evolutivo: tener hijos. Cuando esta misión se acaba, consideran los investigadores, se acaba también el amor
Bajo esta hipótesis Brayan Earp y Julian Savulescu proponen el uso de fármacos para evitar llegar a este punto. Por ejemplo la oxitocina, es una hormona liberada de forma natural por el cerebro cuando estamos cerca del ser querido y es un elemento indispensable en la sensación de amor y conexión entre los individuos en cualquier tipo de relación. Así, si los niveles de oxitocina de la pareja decaen, el sentimiento de conexión irá disminuyendo. Pero ya existe una forma de subir los niveles de este neurotransmisor, con un simple spray que hace que nuestro cuerpo la produzca de nuevo. Otros medicamentos que ayudan a evitar divorcios son antidepresivos. Es bien sabido que la depresión puede tener un efecto pésimo en una relación, y algunas personas pueden tener la tentación de abandonar a su pareja por esta razón. Y si la persona deprimida mejora con la medicación adecuada, se podría evitar la ruptura. Pero es previsible que haya medicamentos específicos y más eficaces fabricados en los próximos años a la luz de los conocimientos de la neuroquímica del amor. Pero ¿cómo y quién decidirá cuándo debemos utilizar estas sustancias?La idea que desarrollan, este par de científicos, en su libro “Drogas del amor” significa también retos éticos
Los expertos sugieren que estos medicamentos se deben utilizar, en principio, para ayudar a mantener relaciones ya existentes entre individuos bien adaptados, y no para crear nuevas historias amorosas. Pues cuando se utilicen estas drogas se correrá el riesgo de perpetuar relaciones dañinas. En cuanto a la forma óptima de utilizarlas consideran que hay que establecer condiciones de uso. Los medicamentos del amor tendrían que ser utilizados como parte de una terapia de pareja controlada por un experto. En este contexto es más fácil estar seguros de que se hará en la relación correcta. Uno de los grandes peligros, consideran, es que estas píldoras acabarían convirtiendo una relación de pareja natural en una adicción



