Niños voladores de Papantla, patrimonio cultural de la humanidad
"Es un desafío al viento, es un pájaro que ofrenda su vuelo al sol", aseguró Florentino, un niño de 6 años que presume orgulloso que cuando eres volador, los sueños no tienen límites

Niños voladores de Papantla, patrimonio cultural de la humanidad
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Por Rosario CarmonaMéxico.- "Es un desafío al viento, es un pájaro que ofrenda su vuelo al sol". Es Florentino, un niño de apenas seis años que presume orgulloso que cuando eres volador, los sueños no tienen límites
Son los voladores de Papantla, que recién obtuvieron el reconocimiento de la UNESCO por una tradición que ha conseguido trascender el olvido
Cruz Ramírez es el director de la escuela de voladores. A la fecha son 90 niños entre seis y 14 años que cada sábado van al taller y aprenden desde bordar sus propios trajes, hablar en totonaco y bailar las danzas del negrito, la guagua y voladores, pero el sueño es subir los 30 metros de altura y al llegar a la cima entregar el alma como ofrenda al sol
"Cuando tienes fe la ceremonia dedicada al sol es de gran energía, si te sentías enfermo te curas, porque te cargas de energía"
Los niños voladores de Papantla son indígenas totonacos que han heredado una de las tradiciones más espectaculares de México. Porque se trata de un ritual prehispánico que inicia desde que se elige el tronco más alto, y que culmina cuando los cuatro niños descienden colgados de los pies y vuelan alrededor del tronco mientras el caporal, en la cima rompe el silencio con la música de su flauta y su tambor
"Me encanta subir al palo y cuando bajas se siente bonito como si fueras un pájaro"
Pero ser volador no es fácil, hace falta tener valor, tener orgullo y esa fe que don Cruz atribuye a sus ancestros. "Si te da miedo y te tiemblan los pies como que sientes que te quieres caer y no aprendes, porque hay unos niños voladores que se suben y quieren aprender apenas pero se suben y están temblando, para qué no sirven, hay unos que empiezan a llorar y están arriba temblando, así como dijera el maestro no van a aprender
"Esa sensación indescriptible cuando has subido los 20 o 30 metros y escuchas los acordes del caporal que te indican que comienza el descenso, compensa cualquier miedo
"Están orgullosos de mí porque como soy volador, soy el único en mi pueblo, ahí nadie vuela, he querido invitar algunos compañeros, una vez vino y le dije si se iba a subir pero no quiso, como que le iba a dar miedo"
Porque la tradición cuenta que los voladores eran los elegidos por el pueblo para ofrendar al sol y pedir buenas cosechas hoy los niños voladores han descubierto la magia de la danza de los pájaros.



