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Participó Carlos Monsiváis en Homenaje a Carlos Fuentes

El escritor y cronista se definió como una "víctima de la obediencia", al participar en el Homenaje Nacional a Carlos Fuentes donde participo en una mesa

México, noviembre 20, 2008.- El escritor y cronista Carlos Monsiváis se definió esta noche como una "víctima de la obediencia", porque al participar en el Homenaje Nacional al literato Carlos Fuentes no debió hablar de él y ceñirse a una intervención de no más de cinco minutos, lo cual cumplió parcialmente. Durante la mesa "El arte de Ensayar I", el también coleccionista de arte popular citó a los autores que marcaron, o siguen marcando, la definición precisa de lo que es el género literario del ensayo. En ese sentido, enlistó a creadores como José Lezama Lima, Manuel González y José Vasconcelos. "Hablaré de quienes a lo largo del siglo XX fueron referente en esta materia", dijo, para advertir que esa centuria no se concibe sin la presencia de "Los maestros de la juventud", como los citados, así como Enrique José Barona, todos ellos representativos de las letras latinoamericanas. Hasta la década de los años 50, añadió, fue José Ingenieros quien marcó la idea "metashakespeareana". Sin embargo, desde su perspectiva de lector, es la figura de Vasconcelos, con su libro de ensayos "La raza cósmica", escrita entre 1921 y 1925, quien mejor representa al género. Monsiváis compartió la mesa, realizada en el Museo Franz Mayer, en esta ciudad, con los también escritores Martín Caparrós y Luce López-Baralt. El invitado ausente fue Federico Reyes Heroles y la presidenta del encuentro, Angeles Mastretta se incorporó al coloquio 50 minutos tarde. Al continuar con su ponencia, "improvisada porque se trata de un tema que me enamora y apasiona", el ensayista agregó que "La raza cósmica" sostiene la tesis de la creación de una cultura que no existe, producto de la fusión de la indígena y otras más, entre ellas las venidas de Europa. "Vasconcelos era claro al decir que el indígena era peso muerto del que había que deshacerse", comentó, para poner en relieve que a ese texto le siguieron otros en el mismo tono, como "Visión de Anáhuac", un ensayo de prosa lírica sin parangón. "Luego, en 1934, se publicó otro gran libro", dijo al hacer referencia a la obra de Samuel Ramos, "El perfil del hombre y la cultura en México". Ante un auditorio que resultó inmenso para la cantidad de público e invitados especiales que atendieron la invitación gratuita, Monsiváis se refirió en seguida a tres escritores ensayistas de fino linaje. "Jorge Cuesta, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia representaron a una nueva generación con visiones frescas, innovadoras, que al no ser publicadas en libros, se redujeron y condenaron a morir junto con el periódico del día", comentó. Para él, Villaurrutia fue un ensayista de primer orden, mientras Novo fue creador de ensayos pequeños, aunque no por ello menos importantes, "pero por tener un carácter periodístico y no literario, no se tomaron muy en serio", abundó Monsiváis. Jorge Luis Borges, dijo sin embargo, "es el mayor ensayista del siglo XX. Cada vez que lo releo, como gimnasia de la inteligencia, lo encuentro extraordinariamente mejor, y descubro en cada página la particularidad de su mente portentosa", al lado de Cuesta, Novo y Villaurrutia. Finalmente, señaló que en la época contemporánea, además de Octavio Paz y su "Laberinto de la soledad", "es Carlos Fuentes uno de los más grandes ensayistas de este país". Y con ello, Monsiváis faltó, sin querer, a su promesa de no hablar del autor de "Aura" y no rebasar la línea de los cinco minutos. Mastretta, presidenta de la mesa, definió al autor de "Amor perdido" y "Nuevo catecismo para indios remisos": "Carlos Monsiváis es divino cuando escribe; cuando lee es tímido y hablando es buenísimo". Con información de Notimex

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