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  • 21 DIC 2025, Actualizado 04:20

Muere a los 76 años cantante sudafricana Miriam Makeba

Miriam Makeba, la llamada "Mamá Africa" cuya seductora voz le dio a los sudafricanos esperanza cuando el país se encontraba bajo la segregación

Johanesburgo, noviembre 10, 2008.- Murió exactamente como quería: cantando en un escenario por una buena causa. Y sus canciones sonaban en taxis y radios mientras Sudáfrica sufría el dolor de su deceso. Miriam Makeba, la llamada "Mamá Africa" cuya seductora voz le dio a los sudafricanos esperanza cuando el país se encontraba bajo la segregación racial, falleció la madrugada del lunes de un ataque cardiaco tras colapsar en un escenario en Italia. Tenía 76 años. En su brillante carrera, Makeba cantó junto a leyendas de la música del mundo --desde los maestros del jazz Nina Simone y Dizzy Gillespie hasta Harry Belafonte y Paul Simon -- así como para líderes mundiales como John F. Kennedy y Nelson Mandela. Con su estilo característico, que combinaba jazz, folk y ritmos sudafricanos, estuvo vetada en su país durante más de tres décadas. "Sus evocadoras melodías le dieron voz al dolor del exilio y la dislocación que sintió por 31 largos años. Al mismo tiempo, su música inspiró un poderoso sentido de esperanza en todos nosotros", expresó Mandela en un comunicado. El ex mandatario calificó de "dignos" sus últimos momentos en el escenario

Makeba colapsó tras cantar uno de sus más grandes éxitos, "Pata Pata", dijo su familia. Su nieto, Nelson Lumumba Lee, se encontraba con ella así como su amigo de años, el promotor italiano Roberto Meglioli. "Cuando esta mujer estaba viva decía: 'Cantaré hasta el último día de mi vida"', expresó la familia en su misiva. Makeba murió en la clínica Pineta Grande en Castel Volturno, cerca de la ciudad sureña de Naples, tras cantar en un concierto en solidaridad con seis inmigrantes de Ghana asesinados a tiros en septiembre. Las autoridades han responsabilizado a un grupo del crimen organizado. La muerte de "Mamá Africa" conmocionó a toda Suráfrica, donde llamadas inundaron las estaciones de radio local. En Guinea, donde vivió gran parte de su exilio, las emisoras y canales de televisión le rindieron tributo a su icono adoptiva. La primera africana en ganar un premio Grammy comenzó a cantar en Sophiatown, un vecindario cosmopolita de Johanesburgo que era el sitio cultural en los años 50, antes que el gobierno obligara a sus residentes negros a abandonar la zona. Entonces se unió al trompetista sudafricano de jazz Hugh Masekela -- quien luego fue su primer marido -- y su fama internacional comenzó a ascender en 1959, cuando apareció en el documental anti-apartheid "Come Back, Africa". Cuando intentó viajar de vuelta a casa para el funeral de su madre al año siguiente, descubrió que le habían revocado el pasaporte. En 1963, Makeba apareció ante un Comité Especial de las Naciones Unidas sobre el Apartheid para proponer un boicot internacional en Sudáfrica. El gobierno de su país, presidido por blancos, respondió prohibiendo sus grabaciones, incluidos éxitos como "Pata Pata", "The Click Song" y "Malaika". Makeba recibió el Grammy a la mejor grabación de folk en 1966 con Belafonte por "An Evening With Belafonte/Makeba", en el que se abordó la apremiante situación política de los sudafricanos negros bajo la segregación racial. Gracias a su cercana relación con Belafonte se le consideró una estrella en Estados Unidos, donde llegó a cantar para el presidente Kennedy en su fiesta de cumpleaños de 1962. Se casó con el activista Stokely Carmichael -- después conocido como Kwame Ture -- y se mudó a Guinea a finales de los 60. Además de trabajar con Simone y Gillespie, apareció en el concierto de Paul Simon "Graceland" en Zimbabue en 1987. Tras tres décadas fuera de su país, Mandela invitó a Makeba a regresar a Sudáfrica tras salir de prisión en 1990, mientras el gobierno racista blanco se desmoronaba. "Fue como un renacer", dijo de haber vuelto a casa. "Luego que mi música estuvo prohibida por tanto tiempo, el hecho de que la gente se sintiera igual por mí fue algo muy grande". Los tributos inundaron el lunes el continente africano. El ministro de Cultura del Congo, Esdras Kambale, llamó a Makeba un modelo a seguir para todos los africanos. "Estamos muy tristes", dijo. "Afortunadamente dejó un gran legado musical que será inmortal". El percusionista Papa Kouyate, quien tocó con Makeba por 20 años y es el viudo de su hija Bongi, la recordó por su generosidad. "Me adoptó como su propio hijo", dijo. "Lloraré a Mamá Africa por mucho tiempo". Aun así, Makeba fue controvertida por apoyar a dictadores como Gnassingbe Eyadema de Togo y Felix Houphouet-Boigny de la Costa de Marfil, cantando en sus campañas políticas aun cuando desestimaron violentamente movimientos democráticos en la Africa Occidental a principios de los 90. La primera persona en darle refugio fue el ex presidente de Guinea Ahmed Sekou Toure, acusado de la matanza del 10 por ciento de la población de su país. Makeba insistió, empero, que sus canciones no eran deliberadamente políticas. "No soy una cantante política", declaró en una entrevista con el Guardian de Gran Bretaña a principios de este año. "No sé lo que esa palabra significa. La gente cree que yo decidí conscientemente decirle al mundo lo que sucedía en Suráfrica. ¡No! Yo estaba cantando sobre mi vida, en Suráfrica siempre cantábamos de lo que nos estaba ocurriendo, especialmente de las cosas que nos dolían". Makeba anunció su retiro hace tres años y, pese a una serie de conciertos de despedida, nunca dejó de cantar. Al cumplir 75 años, el año pasado, dijo que cantaría hasta que le fuera posible. Makeba deja a sus nietos Nelson Lumumba Lee y Zenzi Monique Lee, y a sus bisnietos Lindelani, Ayanda y Kwame. Su funeral será en Suráfrica.

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