Culmina crucifixión del Cristo de Iztapalapa
El Cristo de esa demarcación pasó un verdadero vía crucis junto con los más de 400 actores que también protagonizaron la pasión, muerte y resurrección y es que a la par de la escenificación de los tradicionales pasajes bíblicos
Por Susana Melín México, DF, marzo 21, 2008.- En la crónica de una crucifixión anunciada en Iztapalapa, el Cristo de esa demarcación pasó un verdadero vía crucis junto con los más de 400 actores que también protagonizaron la pasión, muerte y resurrección y es que a la par de la escenificación de los tradicionales pasajes bíblicos. No faltó quien se quedara en la verbena popular, los conatos de bronca entre policías y nazarenos, niños perdidos, gente deshidratada y el también tradicional embate de los centuriones con todo y caballo contra los espectadores. Luego de ser juzgado y sentenciado a la crucifixión, el Jesucristo representado por segundo año consecutivo por Emmanuel Guillén, cargó con su cruz para cumplir con el capítulo del vía crucis y aunque se esforzó por mostrar dolor y cansancio durante sus 7 caídas, no se quitó las sandalias hasta la falda del cerro de La Estrella convertido en Monte Calvario. Allí, las actrices lo lloraron, los soldados apostaron sus ropas, algunos nazarenos exigían subir al cerro pero no lo lograron y 15 minutos después de haber sido colgado en la cruz, el equipo de producción bajó a Guillén Roldán, que este sábado santo deberá resucitar.



