Más de 50 muertos en ataques de Londres, con marca de Al Qaida
Los atentados del jueves en Londres dejaron "más de 50 muertos y 700 heridos", declaró este viernes Ian Blair, jefe de la policía británica, para quien estos ataques "llevan la marca de Al Qaida". Tony Blair descarta errores de los servicios de seguridad en los atentados.
Londres, 8 de julio, 2005.- Los atentados del jueves en Londres dejaron "más de 50 muertos y 700 heridos", declaró este viernes Ian Blair, jefe de la policía británica, para quien estos ataques "llevan la marca de Al Qaida".
Durante una conferencia de prensa, Blair también juzgó "probable" que todavía haya una "célula" terrorista activa en Gran Bretaña y rechazó las críticas contra los servicios de inteligencia, así como la versión de que hubiera un kamikaze en uno de los cuatro ataques registrados en tres metros y un autobús.
"Es una evidencia absoluta", respondió el jefe de la policía ante una pregunta sobre la existencia de una célula terrorista en Gran Bretaña. Sin embargo, dijo que por el momento "absolutamente nada hace pensar en un atentado suicida", como indicaba la prensa británica del viernes en referencia al ataque contra un autobús.
"Nada sugiere una falla de los servicios de inteligencia británicos" en los atentados del jueves en Londres, aseguró por otra parte Ian Blair, luego de que el ministro del Interior Charles Clarke hubiera disminuido el nivel de alerta terrorista en junio pasado.
La policía británica está "resuelta de manera implacable" a encontrar a los autores de los atentados del jueves en Londres que dejaron "más de 50 muertos", precisó el jefe de Scotland Yard.
Ian Blair señaló que 350 personas continúan hospitalizadas, entre ellas 22 en estado crítico, e insistió en el hecho de que este balance de 50 muertos "no debe ser percibido como una exageración".
"Estoy de acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores Jack Straw: esto presenta todas las características de Al Qaida", dijo Ian Blair, para quien la investigación será "muy larga y compleja".
Además de los más de 50 muertos, los atentados dejaron un saldo de 700 personas heridas, de las cuales 350 continúan hospitalizadas, entre ellas 22 en estado crítico, según Blair.
El anterior balance oficial era de 37 muertos y 700 heridos.
Un día después de la tragedia, la capital británica comenzaba a ponerse de pie y millones de londinenses acudieron como pudieron a sus trabajos. Los servicios de transporte públicos, paralizados la víspera, se normalizaban lentamente.
Los autobuses funcionaban ya desde el jueves por la noche y cinco líneas de metro tenían desde la mañana temprano un servicio bueno. Sin embargo, otras dos tenían retrasos, dos estaban parcialmente suspendidas y dos seguían cerradas.
En una escena que se repitió en varias partes de la ciudad, policías británicos verificaban por la mañana la identidad de los transeúntes en una de las "escenas del crimen", la estación del metro Edgware Road donde murieron el jueves por lo menos cinco personas, recordadas con ramos de flores depositados en el lugar.
Con la ciudad intentando recuperar su ritmo de vida normal, las autoridades lanzaron una verdadera caza al hombre para hallar a los responsables de los ataques.
La policía británica está "resuelta de manera implacable" a encontrar a los autores de los atentados, precisó el jefe de Scotland Yard.
Cada una de las bombas que explotó el jueves contenía "menos de diez libras" (unos 5 kilos) de explosivos, según afirmó el jefe de la sección antiterrorista de Scotland Yard, Andy Hayman.
Blair descarta errores de los servicios de seguridad en los atentados
Sólo los terroristas son responsables de los atentados que han dejado más de 50 muertos en Londres, declaró este viernes el primer ministro británico Tony Blair al finalizar la cumbre del G8 en Geneagles (Escocia), rechazando eventuales errores de los servicios de seguridad e información.
"Mi opinión es que estas personas que matan a inocentes y causan tales baños de sangre son los responsables y los únicos responsables", declaró en la conferencia de prensa de la clausura del encuentro del G8.
El primer ministro británico respondía a una pregunta sobre las circunstancias de los cuatro atentados explosivos explosiones que se produjeron el jueves en los transportes públicos de Londres y que han dejado un balance de al menos 50 muertos y centenares de heridos.
Polémica por la eficacia de los servicios de inteligencia británicos
La eficacia de los servicios de inteligencia británicos quedó este viernes en el centro de una polémica luego de los sangrientos atentados registrados la víspera en Londres, ya que el nivel de alerta terrorista había sido disminuido unas semanas atrás.
Arrinconado por las críticas, el ministro del Interior británico, Charles Clarke, concedió parcialmente que el Centro de Análisis Terrorista (JTAC) de Whitehall (el gobierno) se había "equivocado" al disminuir en junio el nivel de alerta frente a la amenaza terrorista contra el Reino Unido, pasándola de "severa específica" a "severa general".
Todos los servicios de inteligencia pensaban que el riesgo era "levemente menor", concedió el secretario del Home Office el viernes por la mañana.
"Evidentemente era un error", admitió.
Sin embargo, Charles Clarke no quiso cargar las tintas contra el MI5, los servicios de inteligencia interior, y su directora, Eliza Manningham-Buller.
"No tuvimos ninguna información previa a estos atentados y por supuesto vamos a analizar con mucha atención todos los elementos en manos de nuestros servicios de inteligencia, para ver si no se nos escapó algo. Pero no creo que se nos haya escapado algo. Estos atentados llegaron de la nada", afirmó Clarke.
Una versión de los hechos a la cual también suscribió el patrón de Scotland Yard, Ian Blair, unas horas más tarde.
El mismo Ian Blair había afirmado sin embargo claramente el pasado 16 de abril que existía la posibilidad de un ataque firmado por el movimiento Al Qaida: "es muy claro en este momento que miembros afiliados a Al Qaida apuntan contra Gran Bretaña", había dicho a la BBC.
Esta declaración vuelve todavía más extraña la decisión de la JTAC unas semanas más tarde de reducir el nivel de la amenaza terrorista, "considerando que los jefes de Al Qaida no tenían la capacidad de ordenar un ataque coordinado en Gran Bretaña", como lo subrayó el viernes The Guardian.
Una crítica más dolorosa aún luego de que el ministro de Relaciones Exteriores, Jack Straw, y el jefe de Scotland Yard debieron reconocer que los atentados del jueves "llevan la marca de Al Qaida".
En todo caso, Crispin Black, miembro de los servicios de inteligencia británicos hasta 2002 y hoy en día reconvertido en experto en cuestiones de seguridad, se mostró bastante crítico frente a los métodos de espionaje anglosajones.
"Estos terroristas son muy astutos. Evolucionan, nosotros también debemos hacerlo", afirmó.
En ese sentido, estigmatizó el excesivo acento colocado por los servicios de inteligencia norteamericano y británico en el aspecto tecnológico de su profesión, en detrimento del aspecto humano.
"Los servicios de inteligencia del mundo anglosajón, que a menudo menosprecian a sus homólogos europeos" podrían aprender algunas elecciones de ellos", por ejemplo en la recolección de datos sobre el terreno por parte de secciones de la policía, señaló.



