Toma posesión Benedicto XVI de la diócesis de Roma
El papa Benedicto XVI tomó posesión de la diócesis de Roma durante una celebración en la Basílica de San Juan de Latrán, 18 días después de su haber sido elegido sustituto de Juan Pablo II.
Roma, Italia, Mayo 7, 2005.-El papa Benedicto XVI tomó posesión de la diócesis de Roma durante una celebración en la Basílica de San Juan de Latrán, 18 días después de su haber sido elegido sustituto de Juan Pablo II.
Miles de personas acudieron a recibir al pontífice, que también es obispo de Roma, llenando la inmensa basílica y la plaza horas antes del inicio de la celebración.
El Papa llegó hacia las 15H10 GMT saludando desde la parte trasera de un automóvil negro descapotable, y bendijo a la muchedumbre que pudo entrar al interior del edificio.
Esta "toma de posesión" de la catedral pone fin al ritual que siguió a la elección del nuevo Papa el pasado 19 de abril.
El 24 de abril, Benedicto XVI, vestido con una esclavina roja sobre una túnica blanca, inauguró su pontificado pronunciando una oración sobre la tumba del apóstol Pedro y una misa en la plaza de San Pedro del Vaticano.
En esa misa, Benedicto XVI recibió los atributos de su función: el palio (bufanda) y el anillo de pescador.
Al día siguiente acudió a la tumba del apóstol Pablo, en la basílica de San Pablo, y el pasado jueves tomó posesión de la residencia pontificia estival en Castelgandolfo (a 30 km de Roma), donde, al igual que sus predecesores, proyecta pasar los veranos.
ADVIERTE PAPA QUE "LIBERTAD DE ASESINAR ES UNA TIRANIA"
La libertad de asesinar "es una tiranía que reduce al ser humano a la esclavitud", advirtió el Papa Benedicto XVI al tomar posesión como obispo de Roma en una ceremonia en la basílica de San Juan de Letrán.
En la que es considerada la catedral de Roma, el Pontífice insistió durante la homilía en la necesidad de "defender la vida (...) el Papa debe vincular constantemente a sí mismo y a la Iglesia a la obediencia ante la palabra de Dios", dijo.
"Lo hizo Juan Pablo II cuando de frente a todos los intentos aparentemente benévolos hacia el hombre, de frente a las erradas interpretaciones de la libertad, subrayó de modo inequívoco la inviolabilidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural", añadió.
Al referirse a la eutanasia, sin nombrarla, Benedicto XVI advirtió que "la libertad de asesinar no es una verdadera libertad, sino una tiranía que reduce al ser humano a la esclavitud".
Asimismo, el Papa insistió en la defensa de la fe y sus verdades de frente a las modas, tanto aquellas "aparentemente inofensivas" como las que se convierten en "verdaderas escuelas de pensamiento".
"Nuestra capacidad de comprensión es limitada, por ello la misión del Espíritu Santo es la de introducir a la Iglesia, de modo siempre nuevo, de generación en generación, en la grandeza del misterio de Cristo", declaró.
Precisó que el Papa "no es un soberano absoluto" y que su "potestad de enseñanza" no constituye "una amenaza a la libertad de conciencia ni una presunción contrapuesta a la libertad de pensamiento".
"El poder conferido al Papa es un mandato para servir y ser testigo de Cristo resucitado", resaltó.
Benedicto XVI reconoció la importancia de los "expertos" y de la investigación bíblica y teológica pero subrayó que el principal mandato de un Papa es enseñar la fe.
