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  • 25 ABR 2024, Actualizado 01:20

CON MARTHA DEBAYLE

CON MARTHA DEBAYLE. Ya no aguanto a mi pareja se queja de todo

Para todos aquellos que sienten que las quejas, agresivas, sin motivo y constantes están acabando con su relación

Ya no aguanto a mi pareja se queja de todo

Ya no aguanto a mi pareja se queja de todo / Getty Images

Mexico City

Mario Guerra, tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta. 

Es normal que en las relaciones de pareja haya desacuerdos y de estos emerjan quejas. Sin embargo, cuando estas son repetitivas, constantes o hasta agresivas, la relación entra rápidamente en una espiral de deterioro producto de los constantes ataques y contraataques. Si su relación avanza pesadamente entre quejas es muy probable que un día deje de avanzar. Vamos a ver qué puede estar pasando.

¿Qué es una queja?

Protesta que se hace ante un hecho o suceso o la actuación o el comportamiento de alguien.

¿Está mal quejarse?

Es natural hacerlo.

A todos nos ocurren situaciones frustrantes de vez en cuando. Como resultado, la mayoría de nosotros nos quejamos. “¡El tráfico estuvo terrible!” o “¡No puedo creer que hayan vuelto a cancelar mi pedido!” En el caso de las relaciones, podrían ser cosas como, “ ¡siempre dejas la tapa del wc levantada!” o “¡¿Por qué no puedes poner tu ropa sucia en la canasta?!” Todas estas son quejas bastante normales y pueden aparecer y desaparecer.

Lo malo es quejarse siempre, de casi cualquier cosa y además no buscar adaptarse o poner remedio a la situación que provoca la queja.

Implícitamente esperando que alguien más le de solución.

Una queja puede ser una forma de agresión cuando se emite con el objetivo de hacer pagar al otro un daño que sentimos que nos ha hecho.

Como cuando te quejas para molestar.

¿Es lo mismo que un reclamo?

No. La queja es una protesta; el reclamo encierra una petición.

Queja: “Me tienes harto que nada más hablas como loro”.

Reclamo: “Cuando quiero hablar no me permites hacerlo porque me interrumpes constantemente; por favor te voy a pedir que me escuches”.

Quejas abiertas y encubiertas.

Abiertas.

Son las que van directamente sobre el hecho o conducta con la que no se está de acuerdo.

Nunca pones tus cosas en su lugar.

¿Por qué no usas el cubrebocas?.

Te mando mensajes y no me contestas.

Encubiertas.

Son las que, siendo una queja, hay que medio adivinarle qué es lo que quieres y si el tema es contra el que escucha la queja.

Aquí yo soy la servidumbre de la casa.

El dia que nos muramos de coronavirus a ver que vas a hacer.

No pues ya como tú digas, entonces no me preguntes nada.

¿De qué se quejan las personas en pareja?

De lo que le pasa.

Aquí es probable que la cosa no sea contra ti, pero seguramente tiene broncas en su vida que tiene que resolver.

De que nunca le alcanza el dinero, de lo mucho que trabaja, de lo poco que descansa, de que se siente incomprendido, de que sus amigos le hacen menos, de que alguien le traicionó, de que la mosca se le posó en el ojo y nadie se la ahuyentó.

De lo que pasa en el universo.

En este caso ni como ayudarle si ya nada le acomoda.

Del calentamiento global, del cambio de horario, de las elecciones en EEUU, del coronavirus, del confinamiento, del cambio climático, de la enfermedad de chagas que azota a Botswana, de lo injusta que es la vida, de la calidad moral de los fariseos.

De lo que haces (o no haces).

Generalmente es de alguna conducta que no le gusta al quejoso, (que la considera impropia o inadecuada), de una petición o promesa no cumplida o hasta de algún rasgo de tu personalidad.

Si no estás, porque no estás; si estás, que dónde estás; si dónde estás, con quién estás; si estás ahí en qué estás pensando; si saludas mal; si no saludas, peor. Si saludas sin un beso, uy. Si das el beso, que qué aguado, si lo repites: “no si no es a fuerza”.

Y es muy interesante la forma de responder de un quejoso profesional cuando tú te quejas de algo.

Si tú te quejas, tú tienes la culpa, para que: te aguantas, no pones remedio, no haces lo que te dijo, eres tan tonto, insensible… ahí están las consecuencias, tú te lo buscaste, eso querías.

De todo lo anterior.

¿Qué rayos haces en una relación romántica con una persona así?

Bueno sí, ¿Pero por qué se queja conmigo?

Porque quiere compartir su sentir (cuando la queja no es contra ti).

Esto realmente es poco común si las quejas son múltiples y constantes.

Más bien tu pareja te está usando como una caja de resonancia para hacer eco a sus quejas, especialmente si son del tipo que no son contra ti.

Es probable que quiera que te alíes con él en el planeta quejumbre.

Por ansiedad o inestabilidad emocional.

Se queja de manera constante y compulsiva. Esta forma es muy desgastante porque no paran o paran por muy corto tiempo.

Suelen hacer amistad con personas muy parecidas porque con otros se sienten incomprendidos. Son de los que también buscan aliados, pero son de más amplio espectro.

Porque tiene motivos contigo.

Aquí la cosa cambia.

Es probable que, si tú piensas que se queja por quejarse, no estés viendo algo que podrías hacer para que la situación mejore, especialmente cuando las quejas son contra ti.

Es muy, muy probable que sepas los motivos de su queja, pero no quieras reconocerlos como válidos.

Porque no has escuchado.

La situación empeora.

Ya en el pasado se ha quejado, ha hecho peticiones y reclamos y tú no haces nada (cuando así corresponde, porque si lo que te pide ya no es de tu incumbencia – como con los exes – pues ahí si que vaya a terapia).

Porque no te ha dicho su verdadera inconformidad.

Si la queja es acerca de ti, es muy probable que haya resentimiento por algo que no ha sido escuchado o resuelto entre Ustedes.

Si se queja de todo, es probable que no se queje de lo que realmente le molesta.

Por ejemplo: si siente que te estás alejando, que le estás dando la espalda o que tu conducta no ha sido la pactada o esperada.

Incluso podría ser probable que no te tuviera la confianza de decirte lo que realmente le molesta porque teme que:

Vuelvas a no escuchar.

Te burles o minimices su sentir.

Escuches, ofrezcas cambiar y luego no hagas nada.

Tengas reacciones agresivas.

A veces los exes adoptan este comportamiento, como ya dije, como una forma de agresión o revancha porque la relación terminó.

¿En qué puede afectar a una relación quejas constantes?

Deterioro de la relación.

No dejas expresar al otro o contar sus propias inconformidades.

Esto genera mucha frustración y resentimiento.

Cierre de la relación.

Creas el clima propicio para la evitación: La otra persona prefiere ya no hablar casi de ningún tema para ahorrarse un mal rato con un quejumbroso profesional.

Generas un clima agresivo en la relación.

Si te quejas sin detenerte, sin importar el impacto que esté causando en el otro y, sobre todo, sin que quejarte sea solución de nada, genera en el que escucha patrones de pensamiento destructivos y comprensiblemente hostiles:

No debo ser forzado contra mi voluntad a escuchar tus constantes quejas.

Por lo tanto, es terrible que no te detengas.

Por lo tanto, eres una persona horrible.

Aquí ya se traslada la agresión de la queja a la persona. Debería ser una señal de alarma para detener la interacción.

Por lo tanto, no te soporto.

Por lo tanto, no quiero aguantarte más.

Por lo tanto, debo hacer algo para que te calles.

Llegar a este último punto es la semilla para conductas agresivas dentro de una relación de pareja.

¿Qué hacer?

Si eres tú con quien tu pareja se queja:

Detrás de toda queja hay una petición encubierta: indaga con tu pareja.

Por ejemplo, si se queja de algo que los niños hacen, es probable que su petición es que sea que le ayudes con eso.

Si se queja de que la gente es irresponsable acerca de la pandemia, revisa si tú mismo no te estás descuidando y eso es lo que quiere decirte.

Es verdad que el otro debería ser más directo, si es que no lo es, pero también en todo relación de pareja debería abrirse un espacio de buena voluntad para buscar escuchar la petición tras la queja.

Si eres tú el quejumbroso profesional.

No te quedes en la queja, pasa al reclamo.

Esto implica pedir con claridad lo que quieres a quien corresponde.

Esto es, procura hacer el reclamo con la persona que realmente puede ayudarte a resolver el problema.

Si no es quien puede resolver, al menos sigue sus consejos.

Habla de forma que el otro quiera escuchar y escucha de forma que el otro quiera seguir hablando.

Si te quejas sin parar y sin hacer tú algo al respecto, es natural que el otro no quiera seguirte escuchando.

Si te rehusas a escuchar a quien tendrías que hacerlo, es comprensible que siga quejándose como lo hace.

Busca ayuda profesional.

Especialmente si este patrón es de origen familiar; es tuyo, pero ya llevas años así o sabes que lo que sientes hacia tu pareja es mucho enojo que ya no sabes como expresar.

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