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  • 25 ABR 2024, Actualizado 11:31

CON MARTHA DEBAYLE

CON MARTHA DEBAYLE. ¿Crees que la gente no cambia porque no quiere?

¿Es verdad que cambiar creencias, actitudes o conductas es sólo cuestión de querer?

¿Crees que la gente no cambia porque no quiere?

¿Crees que la gente no cambia porque no quiere?

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Mexico City

Mario Guerra, tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.

Hay personas que se frustran mucho al no entender como un amigo, un compañero de trabajo o un familiar tiene ciertas conductas o actitudes “equivocadas” y que, a pesar de que “ya se le ha hecho ver su error”, no hace nada por cambiar. La única explicación que se encuentra a esto es que son necios o que sufren porque quieren. ¿Es verdad que cambiar creencias, actitudes o conductas es sólo cuestión de querer?

¿Qué pasa?

Hay personas que se molestan mucho cuando otros, especialmente personas cercanas, piensan, dicen o hacen cosas que ellos califican como “equivocadas”.

Obviamente se encargan de señalar su “error”, pero eso no hace sino empeorar la situación porque parece que lo que se les dice “les entra por un oído y les sale por el otro”.

No entienden por qué se aferran tanto a su “postura equivocada” si es “tan fácil cambiarla”, por lo que piensan que todo se trata de una necedad. Esta supuesta necedad causa desesperación en aquel que quiere corregirlos, porque no entiende por que no quieren cambiar.

¿Por qué a le gente le cuesta trabajo cambiar ciertas cosas?

Nuestras conductas y actitudes están sustentadas en factores de personalidad, creencias y valores personales.

Estos se van formando a lo largo de la vida y mientras más tiempo permanecen, digamos que se van arraigando más en nosotros al grado se vuelven parte de nuestra forma de ser y hasta de nuestra identidad.

Aunque a veces puedan no ser muy populares y funcionales, digamos que toda conducta, creencia o actitud cumple una función y nos ofrece alguna ganancia secundaria, además de formar parte de nuestra sensación de un Yo coherente..

Por eso no es sencillo cambiar valores, creencias, hábitos o actitudes, aún si estás ya se han hecho conscientes. Esto es verdad incluso en un proceso terapéutico.

Sabiendo que todo proceso de cambio es un proceso, ¿por que hay quien se molesta tanto con otro por esto?

Lo que desaprobamos lo vemos como muy simple de cambiar en otros.

Un artículo publicado este 2020 en la Revista de Personalidad y psicología social y realizado por el Dr. Jim Everett de la U. de Kent, en el Reino Unido, dice que cuando vemos conductas, creencias o actitudes que desaprobamos en otros, tendemos a creer con más firmeza en el libre albedrío (la libertad de elegir) y por eso atribuimos que esa persona actúa así porque quiere y que basta con que quiera actuar diferente para que cambie lo que sea.

Como esto no es del todo cierto, por lo que ya dije, entonces la molestia con la persona es mucho mayor, porque, según esto, sería muy sencillo que fuera de otra manera o cambiara y si no sucede, es simplemente porque no quiere, no le da la gana o le vale.

Se le tacha de necio, malvado, imbécil o defectuoso.

Suelen tener una moral subjetiva.

Les gusta pensar que tienen sistemas morales coherentes, firmemente sustentados en valores y cuidadosamente pensados que guían su comportamiento y juicios.

Es decir, bajo este esquema, cuando emiten un juicio o se forman una opinión, difícilmente dirían que pueden estar equivocados.

La teoría dice que la moral guía a la acción.

La realidad es que la mayoría de nosotros actuamos, juzgamos y decidimos más por emociones pero luego construímos una justificación razonada y coherente para justificarnos y sustentarnos.

La realidad dice que la acción busca refugio o acomodo en lo moral.

Entonces al sentirse del lado de la razón y lo que es correcto, algunas personas sienten que han ganado el derecho de decirle al mundo cómo tiene que comportarse y hasta cómo debería sentirse o no.

Son muy comprensivos con los extraños: Cualquiera comete errores.

Indulgentes consigo mismos: “No me equivoqué, es sólo que ustedes no entendieron lo que quise decir”.

Inflexibles con los cercanos. “No puedo creer que no cambies”.

Hay una especie de necesidad de que los nuestros piensen como nosotros

El premio nobel de economía en el 2002, el Dr. en psicología Daniel Kahneman, dice en su libro “Pensar rápido / pensar despacio”:

“Para algunas de nuestras creencias más importantes, no tenemos evidencia alguna, excepto que las personas que amamos y confiamos tienen estas creencias. Teniendo en cuenta lo poco que sabemos, la confianza que tenemos en nuestras creencias es absurda, y también es esencial “.

Este es el sustento emocional de nuestras creencias y la necesidad de que los que amamos las compartan.

¿Cómo afecta esto a las relaciones?

Nos mostramos poco empáticos

Al decirle a las personas qué y cómo deberían de hacer las cosas, sin importar las razones, necesidades y hasta impedimentos inconscientes que puedan tener.

No entienden que el cambio es un proceso gradual.

Dañamos nuestras relaciones cercanas.

Incluso podríamos dañar la autoestima de un amigo o un hijo cuando lo tachamos de defectuoso por no poder hacer algo como un dice que debería hacerse para estar en lo correcto.

No puedo creer que sigas con tus miedos de hablar con tu jefe.

Ya te pasas, a ver si ya le echas más ganitas porque ya estuvo bueno de tu mal humor.

Damos consejos y comentarios no solicitados o simplistas

Sufres porque quieres.

Pues eres bien tonto si no cambias, la tienes bien fácil.

Querer es poder.

Es que no entiendo por qué eres así.

¿Qué podemos hacer?

Reconocer las limitaciones del libre albedrío.

Este término pertenece más al reino de lo filosófico que de la ciencia.

Las personas tienen motivos conscientes e inconscientes para actuar.

Tratar las diferencias con curiosidad más que con desprecio o agresión.

Especialmente si se trata de personas emocionalmente cercanas a nosotros.

Aceptar que no todos tienen que pensar como nosotros, por acertadamente pensamos que nosotros pensamos.

Pero sabemos que, si tu eres de estos de los que hoy hemos hablado, te va a costar muchos trabajo irte flexibilizando, así que buscaremos tenerte paciencia ya que sabemos que no depende enteramente de tu voluntad.

Para saber más:

Boston Change Process Study Group. (2010). Change in psychotherapy: A unifying paradigm. WW Norton & Company.

Everett, J. A. C., Clark, C. J., Meindl, P., Luguri, J. B., Earp, B. D., Graham, J., Ditto, P. H., & Shariff, A. F. (2020). Political differences in free will belief are associated with differences in moralization. Journal of Personality and Social Psychology. Advance online publication.

Maio, G. R., Haddock, G., & Verplanken, B. (2018). The psychology of attitudes and attitude change. Sage Publications Limited.

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