Restauración en acueducto genera polémica
Arquitecta del INAH señala que el enjarre quedó de un tono muy claro
Guadalajara (México)
Por: Redacción W Radio
Con el objetivo de rescatar el acueducto que está en la avenida Pablo Casals y Montevideo en Guadalajara, una obra que data de 1900 en el siglo XIX y el único vestigio de la ex hacienda de la Providencia, el ayuntamiento comenzó una obra de restauración, pero algo se hizo mal en el procedimiento ya que a simple vista la apariencia no es igual ni parecida a la original, por ello la gente comenzó a reclamar en redes sociales esta modificación a la obra original por daño al patrimonio de la ciudad.
Al consultar con el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) confirmaron que la obra sí cuenta con la licencia del Instituto y debido a que el acueducto presentaba daños en estructura, grietas y el ladrillo muy dañado se realizó esta restauración de protección con enjarre o capa de sacrificio, que es lo mismo según la arquitecta adscrita al centro INAH en Jalisco Martha Ulloa, y comenta que van a revisar el procedimiento que hicieron ya que quedó muy blanco: "Vamos a revisar por qué el impacto, por qué quedó tan blanco, los materiales que se están utilizando es cal apagada en obra, con arena y materiales orgánicos como la baba de nopal, toda la obra se está haciendo conforme a la normatividad lo que pasa es que la cala apagada tiene un terminado muy blanco habría que ponerle un pigmento vamos a ver en qué consistió las proporciones y lo verificamos y se corrige, se suspende en atención a toda la inconformidad". La suspensión obedece a la inconformidad en redes sociales y para rectificar el tono del enjarre, por su parte el ayuntamiento de Guadalajara, aclaró que la obra se realiza con el arquitecto Francisco Hernández García con más de 40 años de experiencia en obras de restauración, como el Centro Cultural El Refugio, el Panteón de Belén, y el Teatro Degollado, entre otras. Señalaron que es un proceso muy complejo de restauración por las condiciones de estabilidad y de seguridad que tenía el acueducto, la última vez que se intervino fue aproximadamente hace 10 años, y el ayuntamiento reitera que sí trabajan coordinados con el INAH y que cancelan la restauración para supervisar que se apegue a los requerimientos técnicos establecidos.