Dormir con el estómago vacío: riesgos, efectos reales y qué recomiendan expertos
Te contamos qué ocurre en tu cuerpo cuando duermes sin comer, qué dicen los especialistas y si realmente es perjudicial para tu bienestar.

Una joven despierta con malestar después de varias horas de dormir. Imagen generada con Canva
Muchas personas creen que dormir sin cenar ayuda a “descansar mejor” o incluso a bajar de peso, pero los especialistas en nutrición y sueño coinciden: hacerlo de manera habitual puede generar efectos negativos en el cuerpo. No se trata de comer en exceso antes de dormir, sino de darle al organismo el combustible necesario para funcionar adecuadamente durante la noche.
Cuando una persona se acuesta con el estómago vacío, el cuerpo puede entrar en un estado de alerta metabólica. En lugar de enfocarse en procesos de reparación, como regeneración celular y equilibrio hormonal, se activa la liberación de cortisol, la hormona del estrés. Esto puede dificultar conciliar el sueño o provocar despertares nocturnos.
Te puede interesar: ¿Existe un séptimo sentido humano? El “tacto remoto” sorprende a investigadores en Londres tras un nuevo estudio
Además, según especialistas en nutrición clínica, dormir sin ingerir alimentos puede causar bajones de glucosa, algo que se manifiesta como sudoración, palpitaciones, irritabilidad o sensación de hambre intensa. A largo plazo, repetir este patrón podría alterar el apetito y favorecer atracones al día siguiente.
Por otro lado, estudios recientes muestran que el cuerpo que no recibe energía antes de dormir tiende a reducir el gasto calórico como mecanismo de protección, lo que desmiente la idea de que saltarse la cena es una estrategia efectiva para perder peso.
¿Significa esto que debes comer mucho antes de acostarte?
Tampoco. Los expertos recomiendan optar por una cena ligera, rica en proteínas, fibra y grasas saludables, que no cause inflamación ni acidez. Algunas opciones saludables incluyen yogur natural con frutas, huevos, verduras cocidas, frutos secos o un sándwich integral.
También sugieren evitar alimentos pesados o irritantes como frituras, café, picantes y bebidas energéticas, ya que sí pueden afectar la calidad del sueño.
Dormir bien depende tanto del horario como de lo que consumes. La clave, según los especialistas, es no irte a la cama con hambre, pero tampoco cenar en exceso. Mantener un equilibrio es fundamental para que el descanso realmente cumpla su función reparadora.



