A siete años del feminicidio de la joven Fernanda Cadena Martínez, muerta a manos de su pareja sentimental, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dio un giro significativo a este caso, luego de que la Primera Sala del alto Tribunal ordenó este miércoles a un tribunal colegiado volver a revisar el caso, para dictar una nueva sentencia que podría ser la pena máxima, que en la Ciudad de México actualmente es de 70 años, toda vez que el feminicida de Fernanda, Samuel “N”, fue condenado a purgar una pena de 37 años y seis meses de prisión, que cumple en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.

Y es que el proyecto a cargo del ministro Juan Luis Alcántara Carrancá, proponía amparar a la madre de la joven asesinada, Graciela Martínez Domínguez, quien buscaba que se impusiera la pena máxima al feminicida de su hija.

Al principio de este caso tuvo un largo recorrido legal, pues inicialmente la entonces Procuraduría General de Justicia Capitalina (PGJCDMX), a cargo de Miguel Ángel Mancera, acusó a Samuel “N”, escolta de un funcionario público, sólo de homicidio culposo.

Gracias a la tenacidad de la familia de la joven, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX reclasificó el delito como feminicidio agravado en 2022.

Sin embargo, la madre de Fernanda consideró que la pena impuesta es insuficiente (37 años), argumentando que no se consideraron agravantes del crimen. Un tribunal colegiado rechazó su amparo, alegando que solo el Ministerio Público tiene la facultad de solicitar la pena máxima.

En su proyecto el ministro Alcántara Carrancá consideró que la víctima, a través de sus familiares, sí tiene legitimación para impugnar la sentencia, pues argumenta que la Primera Sala de la SCJN ha establecido la legitimidad de las víctimas para impugnar la individualización de las penas en amparo directo.

La SCJN ordenó al tribunal federal revisar el caso y determinar si la pena impuesta es correcta, considerando las circunstancias del feminicidio.

Loretta Ortiz Ahlf se estrena como presidenta de la Primera Sala de la SCJN

Cabe destacar que la ministra Loretta Ortiz Ahlf se estrenó como presidenta de la Primera Sala de la SCJN, con un discurso donde agradeció a sus pares Ana Margarita Rios Farjat, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Juan Luis González Alcantara, haber depositado su confianza en ella para presidir esta sala.

Asimismo reconoció el esfuerzo del equipo y la labor previa del ministro Pardo Rebolledo y destacó la importancia histórica de la sala y su compromiso con la justicia, especialmente para las personas vulnerables.

“La importancia de la primera sala ha sido histórica, su integración por ministros y ministras ampliamente comprometidos con la justicia por México se ve reflejada en el reconocido prestigio de sus criterios y decisiones emblemáticas y paradigmáticas que se han emitido en favor de las personas más vulnerables y necesitadas que enfrentan procesos penales, civiles, agrarios y las demás materias que está conocida”.

Por último, la ministra Ortiz Ahlf, reafirmó su compromiso de garantizar una impartición de justicia eficiente y respetuosa de los derechos humanos, valorando la diversidad de criterios como un fortalecimiento en la toma de decisiones.

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