Perderá GN el 10% de su estado de fuerza al pasar a Sedena
Se trata de poco más de 13 mil expolicías federales que por disposición de la reforma no migrarán hacia las fuerzas armadas.
La transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tendrá un impacto en su estado de fuerza total pues perderá poco más de 13 mil efectivos civiles que hoy la conforman, y que representan poco más del diez por ciento de toda su fuerza.
El artículo sexto transitorio de la reforma aprobada por las cámaras del Congreso de la Unión señala expresamente que el personal de la extinta Policía Federal que en un inicio fue transferido a esta corporación será cesado de sus funciones y quedarán adscritos a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Como previamente habíamos informado en Así las Cosas PM, de acuerdo con documentos oficiales obtenidos vía transparencia hasta el corte del pasado mes de mayo la GN contaba con un estado de fuerza total de 132 mil 612 elementos desplegados en todo el país. La mayor parte de estos son efectivos de la Defensa Nacional asignados a la Guardia.
Pero en ese estado de fuerza hay 13 mil 504 elementos que pertenecían a la extinta Policía Federal y que hasta la fecha se desempeñan en las filas de la Guardia Nacional. Equivale al 10.5 por ciento de su estado de fuerza. Son ellos los que serán cesados de la corporación.
De acuerdo con fuentes consultadas por este medio la mayoría son agentes que pertenecían a las divisiones de fuerzas federales o de seguridad regional (caminos y aeropuertos) de la extinta PF y que ya en la GN participaron en las capacitaciones de los militares. A la fecha algunos se mantienen en reserva o participando en acciones operativas como en filtros de seguridad en carretas o en vigilancia de zonas estratégicas.
Hay una minoría de expolicías federales que pertenecían a las divisiones de inteligencia o de investigación y que de acuerdo con el mismo artículo transitorio de la reforma constitucional podrán “prestar servicios de manera temporal” a la Guardia Nacional, según se establezca en los eventuales convenios que para ello firmen la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
La iniciativa aprobada plantea que una vez que la reforma se publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y entre en vigor el gobierno tendrá un plazo máximo de seis mes para que se hagan las adecuaciones normativas necesarias y se definan los procedimientos para la mudanza y la depuración de los elementos civiles.
Lo anterior significa que la salida de los 13 mil expolicías federales que hoy siguen en las filas de la Guardia Nacional se estará concretando en el primer semestre de 2025 a más tardar.
Incertidumbre
Aunque en su apartado transitorio la reforma establece que los “derechos laborales adquiridos” de los expolicías federales serán respetados luego de que sean cesados de la Guardia Nacional, la situación ha generado dudas e incertidumbre sobre su destino.
Un comandante con 24 años de experiencia en la PF-GN, que pidió reserva con su identidad pus ni él ni sus compañeros están autorizados para dar entrevistas, dijo que en realidad parece como si nada estuviera sucediendo al interior, aunque ninguno es ajeno a las reformas que se están discutiendo y sus consecuencias.
“Pues es una combinación entre que no pasa nada, aunque si está pasando y evidentemente abundan las dudas en el personal. A nosotros solo nos queda esperar a que nos digan como pasaremos la Secretaría de Seguridad y sobre todo que funciones nos darán. Ese es mi caso”, dijo el oficial.
Otro excomandante de la expolicía Federal que lleva 28 años de experiencia desde que ingresó a la entonces Policía Federal de Caminos, luego a Policía Federal y actualmente a Guardia Nacional dijo que la falta de información en torno a lo que sucederá en próximos meses ha derivado en especulaciones.
“La verdad hay una incertidumbre del tamaño del mundo porque en una reunión que hubo nos dijeron que seguiríamos haciendo labores relacionadas con Guardia Nacional pero comisionados a ella; luego surgió la versión de que nos iban a liquidar; pero ahora parece que el nuevo secretario (Omar García Harfuch) ya tiene un plan”, dijo.
El excomandante lamentó la situación porque, dice, muchos de los civiles que están dentro de la GN son los que tienen los grados más altos de preparación con licenciaturas, maestrías y administración en temas como seguridad pública,
Complicada amalgama
La relación entre ex elementos de la Policía Federal y agentes del Ejército al interior de la Guardia Nacional ha sido compleja desde el inicio, sobre todo, por la inconformidad de los primeros a integrarse dentro de una corporación que estuviera bajo el mando operativo de jefes castrenses.
En julio de 2019 la inconformidad alcanzó su nivel máximo cuando miles de elementos de la PF se manifestaron y tomaron las instalaciones del centro de mando de esa corporación en la Ciudad de México en protesta por la intención de incorporarlos a la GN y por presuntas violaciones a sus derechos laborales. Las imágenes transmitidas documentaron momentos de empujones y tensión cuando mandos de la corporación intentaban disuadir la protesta.
Las manifestaciones que incluyeron marchas y bloqueos se extendieron durante varios días, pero finalmente la reforma que creó la Guardia Nacional se aprobó en aquel año, bajo la promesa de que tendría un pie veterano militar, pero a la postre sería una fuerza civil. 35 mil elementos de la Policía Federal fueron incorporados a ella.
En los años siguientes los trabajos de consolidación de la GN se centraron en el reclutamiento de nuevos elementos, pero desde las fuerzas armadas, mientras que se implementaron estrategias como programas de retiro voluntario o transferencias a otras agencias para los exagentes federales.
Lo anterior, sumado a las quejas como un presunto trato desigual a los elementos civiles, provocaron que de forma sostenida la cifra de expolicías federales dentro de la GN descendiera. Los datos oficiales obtenidos por transparencia muestran que para 2021 el total de ex federales dentro de esta corporación ya había descendido a los 22 mil elementos, mientras que para el cierre de 2022 ya eran menos de 15 mil.
El comandante de 24 años de servicio asegura que luego de haber impartido capacitaciones iniciales muchos de los agentes civiles han sido puestos en reserva operativa lo que ha generado desánimo y en algunos casos ha facilitado que varios hayan decidido irse.
“Muchos tenemos casi cinco años firmando jornadas con horas de entrada y salida, pero sin hacer nada. Otros están en puestos de control de carreteras y otros vigilando predios o ductos en condiciones que no son las mejores. Pero en general tareas que no tienen contacto con los ciudadanos y eso genera desánimo”, explica el oficial.
Pese a ello dice que en su caso y en el de muchos ex federales han decidido continuar para completar sus años de servicio y lograr una jubilación ante el ISSSTE. Los programas de retiro voluntario, aunque significan un apoyo económico importante de inicio perder todos los derechos de antigüedad.
“El monto no llega a ser elevado. Hablamos hasta de 650 mil pesos por 24 años de servicio en mi caso, por ejemplo. Pero además sería renunciar a tofos los demás derechos incluida la jubilación y pues hay que pensar que va a hacer uno en la vejez. Lo mejor es seguir pese a todo”, concluye el comandante.