La muerte de Camila es sólo un ejemplo de la violencia que sufren niñas y niños; la impunidad en este sector es muy alta

En entrevista con Verónica Méndez y Luis Ávila, el director de Tejiendo Redes de Infancia, Juan Martín Pérez, señaló que la muerte de Camila de 8 años en Taxco, Guerrero es solamente un caso del riesgo que viven niñas y niños, en especial niñas, la violencia en Guerrero esta normalizada, no sólo con el crimen organizado sino con delitos del orden común que se caracteriza con la impunidad que marca la entidad.

Juan Martín Pérez dijo que existen dos elementos, el papel del funcionario que criminalizó a la familia para invadir responsabilidad es muy común por parte de las autoridades; además, el linchamiento y muerte de la presunta responsable y sus hijos demuestra la falta de presencia de la autoridad que tenía la obligación de resguardarlos, “nadie debe hacerse responsable por justicia propia”.

“Los hechos son muy lamentables, la respuesta sin dolo de las autoridades estatales y municipales que se echan la culpa entre ellos, si el estado no lo hace la otra tiene que suplir la función, el objetivo es que no quede la detención en fragancia, no debió haber sucedido que la población hiciera justicia en mano propia con la omisión de las autoridades”.

El director de Tejiendo Redes de Infancia Informó que uno de cada tres habitantes del país son niñas, niños y adolescentes, que tienen más vulnerabilidad, estudios de organizaciones han demostrado que la impunidad en este sector es muy alta con un 97 por ciento en las denuncias por delitos, es decir, de cien carpetas e investigación, sólo tres alcanzan un tipo de sentencia, en muchos casos a favor de los perpetradores.

En el caso de Camila hay dos menores más afectadas, una adolescente y una niña que era su amiga que necesitan acompañamiento profesional y protección por todo el impacto que están viviendo “que, por supuesto no es su responsabilidad y no tendrían que pagar por ello”, concluyó.