Nadie sale del ‘Alcatraz’ de Bukele: Juan Diego Quesada
“Quienes causaban terror hoy irradian tristeza” en el Cecot, la prisión de máxima seguridad de El Salvador
Dentro del CECOT, la cárcel de pandilleros de Bukele
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Pese al poco tiempo de antelación y la discusión pública que tuvo con el presidente de El Salvador, el periodista de EL PAÍS, Juan Diego Quesada tuvo la oportunidad de visitar la mega prisión de máxima seguridad, emblema del gobierno del reelecto presidente Nayib Bukele, quien apostó en su política de seguridad por dar prisión a todos los pandilleros.
En el espacio de “Así las Cosas” con Javier Risco, Juan Diego compartió su experiencia al ingresar en la gigantesca mole de cuatro muros impenetrables en la que pasó por cinco controles, acompañado por el director del Centro de Control de Terrorismo, (Cecot).
“El pabellón en el centro tiene un pasillo largo con cubos de rejas donde en cada celda conviven 80 pandilleros de maras distintas…impresiona el silencio absoluto pese a los cientos de habitantes, la disciplina es muy fuerte, todos están rapados, todos van con una especie de pijama blanca crocs blancos, permanecen ahí 23 horas del día”, detalló.
Y aunque una vez a la semana hacen deportes y salen media al patio, pueden ir a la enfermería o a la atención de citas judiciales con grilletes, comen con la mano, se lavan los dientes en una pileta, hacen del baño en dos retretes al fondo de la celta, todo a la vista de todos bajo vigilancia las 24 horas del día, sin visitas familiares ni de abogados y no hay interacción con sus parejas.
A la fecha ningún preso del Cecot ha salido, “ni saldrán”, pese al término de prisión preventiva y la petición de su defensa, ya que algunos purgan condenas de hasta 700 años, por ser reos de alta peligrosidad.
El periodista reconoce que estos hombres están ahí por sus delitos, pero “es impresionante la visita, ver las caras de esos muchachos tras de las rejas, quienes causaban terror hoy irradian tristeza”.
Actualmente afirma, “El Salvador es el país que más gente tiene encarcelada y las quejas son de que con este régimen no se han respetado derechos fundamentales, incluso hay gente acusada solo por llevar un tatuaje”.