Lo vivido hace dos siglos marcó la separación política con España: AMLO

Ciudad de México

En lo que pudo haberse llamado crónica de una celebración nunca festejada y a pesar de ser un día hábil y en un horario casi similar al de el grito de independencia, este lunes 27, el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el acto “Doscientos años de la consumación de la Independencia de nuestro país y la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México” en el que participaron 1,400 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en la plancha del Zócalo capitalino.

Sin público asistente, más que invitados especiales, el pueblo bueno, sabio y pobre no fue convidado y mucho menos a la taquiza que ofrecieron en Palacio Nacional pues el evento se transmitió por los medios de información sobre todo públicos, el primero en tomar la palabra fue el titular de la SEDENA Luis Cresencio Sandoval quien luego de una larguísima lista de agradecimientos aseguró que este evento es un homenaje a las mujeres y hombres que hicieron posible la Independencia de México y cuyo legado sigue vigente hasta nuestros días y que será motivo de orgullo para todos los mexicanos.

Después muchos “amigos” del pueblo de México felicitaron a nuestra nación por este festejo, tal fue el caso del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien a través de un mensaje video grabado recordó el reinicio del Diálogo Económico de Alto Nivel con México y señaló que Ken Salazar, el embajador estadounidense en nuestro país, es un líder respetado y servidor público.

Los felicito por este trascendental aniversario de la Independencia les deseo una feliz y saludable festejo, señaló el mandatario estadounidense y en voz de un traductor expresó: “Los Estados Unidos no tienen un amigo más cercano que México y espero con ánimo todo lo que nuestras dos naciones lograrán juntas en los años por venir”.

En tanto, cosmonautas desde la Estación Espacial Internacional dedicaron unas palabras con motivo de la gesta en su idioma y luego vino la traducción: “El futuro les pertenece, hoy ustedes son parte de nuestro futuro”, apuntaron. Al tomar la palabra el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que la cordialidad nunca dejará de ser el distintivo de México y al respecto dijo cómo reclamarle en estos tiempos a los rusos el asesinato del político y escritor León Trosky quien se encontraba asilado en nuestro país.

“Si hasta en la Guerra Fría mantuvimos buenas relaciones y hoy elegancia y amabilidad nos envían felicitaciones desde el espacio”, presumió López Obrador.

Indicó que este discurso no lo dedicaría a señalar diferencias, sino a destacar las relaciones de amistad con las naciones del mundo.“Lo vivido hace 200 años marcó para siempre la separación política con España. Desde entonces, ni Iturbide, ni Santa Anna, ni ningún otro jefe conservador dejaron de cumplir con el compromiso de hacer valer la independencia de México”.

Señaló que la frase de Benito Juárez “entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, siempre será la guía de sus acciones en materia de política exterior.“Nos declaramos partidarios de la paz, de la soberanía y del amor, aunque no olvidamos, sostenemos que es tiempo del perdón y del respeto mutuo”, apuntó.

En su turno al micrófono el cardenal Leonardo Sandri, vicedecano cardenalicio del Vaticano, coincidió con López Obrador al señalar que el Estado está al servicio del pueblo que representa y no viceversa pero le recordó que hay que dejar atrás el encono y la polarización.

“También hoy el pueblo mexicano tiene necesidad de superar cualquier visión reducida, ideológica o parcial que motive directa o indirectamente el antagonismo de unos contra otros, este tipo de visiones dividen y crean enemistad”, sentenció el prelado.

Esto no pudo dejar de aprovecharlo el Presidente López Obrador quien presumió que ahora nuestro país tiene buenas relaciones con la Iglesia Católica.

“Ahora por ejemplo mantenemos buenas relaciones con la Iglesia Católica gracias en mucho a que el Papa Francisco es un verdadero cristiano, un defensor de los pobres”, aseguró el Presidente de México.

Este acto por Doscientos años de la consumación de la Independencia de México y la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México que se escenificó en el Zócalo, inició con un acto protocolario, y tras éste se pasó a la representación histórica que estuvo dividida en siete escenas, en donde "mujeres y hombres del Ejército con vestuario de época y ganado equino, presentaron escenas que, al combinarse con la tecnología, enaltecieron las acciones que dieron patria y libertad al pueblo de México.

La primera escenificación fue del periodo prehispánico al virreinato. La segunda, comprendió el Grito de Independencia de 1810.

En la tercera se proyectaron los Sentimientos de la Nación y el ideal de Vicente Guerrero de “la patria es primero”La cuarta escena se enfocó en el Plan de Iguala, la fusión de fuerzas realistas e insurgentes y la integración del Ejército Trigarante.La quinta escena recreó los Tratados de Córdova; La sexta escenificación fue sobre, la entrada del Ejército Trigarante, y la última escena culminó con la firma del acta de Independencia.

Al concluir las escenas, se expresaron vivas que fueron acompañados de pirotecnia, y se entonó nuestro Himno Nacional.