La gente no puede dejar de hablar de estas ocho cosas de los Oscar 2017
Un final deficiente, Denzel Washington de mal humor... Esto es lo que todos comentan de la gala
México
"¿Que la vida es decepcionante? ¡Olvídelo! Aquí, la vida es hermosa". Esta letra de Cabaret fue la doctrina de la ceremonia de entrega de los premios Oscar. Todo giró en torno al poder del cine para hacernos soñar. El compositor de "La La Land" conoció al director, Damien Chazelle, cuando compartían habitación en la universidad. Ahora tiene dos Premios Oscar.
A continuación, ocho puntos a resaltar de los que la gente habla:
1.- Denzel Washington no está hoy de humor
Como reflejo al entusiasmo de las estrellas, el presentador, Jimmy Kimmel, sorprendió a un grupo de turistas y les hizo un paseíllo para presentarles a sus actores favoritos. Porque Hollywood tiene ese poder para hacer feliz a la gente de a pie. Las películas nos han hecho soñar, y para este grupo de extras sin frase su sueño se convirtió en realidad, en anécdotas que contar durante el resto de sus cenas de Navidad y en millones de likes en Instagram.
Entre aturdidos y avergonzados por ir claramente no vestidos para la ocasión, los turistas se hacían selfis y besaban las manos de las actrices más guapas del mundo. En un gesto de humanidad, ninguna de ellas se agarró las joyas durante la visita. Cuando parecía que la sintonía de Sorpresa, sorpresa estaba al caer, Denzel Washington fulminó la fiesta: no parecía demasiado interesado en participar del espectáculo (él ya no tiene nada que demostrar). Y ninguno de los visitantes del mundo real se atrevieron a acercarse a Isabelle Huppert. Por si acaso.
2.- Nicole Kidman es una señora que mola bastante
Su imagen de estirada solo se debe a que es alta y tiene la piel translúcida. Vestida como Cristina Pedroche en la Nochevieja de 2015, la actriz lo dio todo, porque ella ya es una ganadora. Bailó como una mamá sexi achispada durante una boda, se mostró cariñosa con los turistas del autobús, lloró al verse a sí misma en el vídeo de nominadas y aplaudió sin llegar a tocar las palmas de las manos, como si tuviera las uñas recién pintadas. Nicole no sólo es la mejor actriz de su generación, es una señora que mola bastante.
Lee la nota completa en El País