Frases para recordar a Fidel Castro
Algunas palabras que retratan su personalidad
México
¿Qué significa la muerte de este símbolo cubano y qué dejó cómo legado? Aquí algunas frases que causaron admiración:
1. “La historia me absolverá”
Una de las frases más recordadas de Fidel Castro, es también una de las primeras que conoció el público. La pronunció a los 26 años cuando era aún un joven revolucionario.
2. “Si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo”
Según quienes coincidieron con él durante su exilio en México, esas fueron las palabras más repetidas por Fidel Castro antes de zarpar en 1956 en el yate Granma junto con un grupo de 80 personas para iniciar la lucha guerrillera en Cuba y tratar de derrotar a Fulgencio Batista: “Si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo”.
Ese optimismo es una de sus características. Fidel siempre ha dicho que para ser revolucionario no se puede ser pesimista.
3. “Tengo un chaleco moral (…) que me ha protegido siempre”
En 1979, antes de viajar a Naciones Unidas, un periodista le preguntó a Fidel Castro por un rumor de que “siempre está protegido por su traje”.
-“¿Cuál traje?”, respondió Castro sacándose el puro de la boca para desabrocharse la camisa.
– “Todo el mundo dice que usted tiene un chaleco a prueba de balas”, insistió el periodista.
– “No”, replicó Castro entre risas mientras mostraba su pecho. “Voy a desembarcar así en Nueva York. Tengo un chaleco moral que es fuerte. Ese me ha protegido siempre”.
4. “Todos los enemigos se pueden vencer”
En 1995, en una entrevista en la misión cubana de las Naciones Unidas con la presentadora de origen cubano María Elvira Salazar para el canal estadounidense Telemundo, Castro respondió así a la pregunta de a quién consideraba su peor enemigo:
“¿Mi peor enemigo? Yo creo que no tengo enemigos peores, porque creo que todos los enemigos se pueden vencer”.
5. “¿Voy bien, Camilo?”
La pregunta a su compañero de la guerrilla y uno de sus más cercanos colaboradores, el comandante Camilo Cienfuegos, la pronunció Castro el 8 de enero de 1959 en su primera alocución ante el pueblo cubano tras el triunfo de la revolución, a su llegada a La Habana.
“¿Voy bien, Camilo?”, le preguntó en una pausa del discurso a su hombre de confianza mientras, según relataba en su edición de esa semana la revista Bohemia, “palomas mensajeras de la paz revoloteaban alegremente por los hombros del líder”.
“Vas bien, Fidel”, le contestó Cienfuegos, quien fue aclamado por quienes escucharon el discurso.