Juegos Olímpicos, ¿beneficio económico?
A lo largo de la historia, la organización de este evento ha traído dificultades económicas para las naciones sede

Con los 17 mil millones de dólares desembolsados oficialmente hasta ahora por el Reino Unido en la realización de los Juegos Olímpicos de Londres hay quienes aún dudan que ello le signifique realmente un beneficio económico a la nación europea, que hoy sufre por corregir sus maltrechas finanzas y que ha provocado que su población se pregunte si la justa olímpica no afectará más sus bolsillos
A lo largo de los años se ha visto que albergar los Juegos Olímpicos trae algunos beneficios indiscutibles para la nación organizadora: además del supuesto orgullo entre la población y la promoción turística internacional, genera empleos e infraestructura que se puede seguir usando tras las competencias. Pero algunas experiencias previas muestran que los beneficios no siempre se cumplen
En un artículo publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el profesor Andrew Zimbalist, economista que ha estudiado el impacto económico de los eventos deportivos, explica que las ganancias por organizar justas deportivas de gran tamaño son bajas o casi inexistentes
Argumenta que es casi seguro que ningún gobierno experimente una mejora en su presupuesto, sino todo lo contrario, lo cual lleva a preguntarse si se producen ventajas económicas más generales, a largo plazo, o al menos tangibles
Y es que basta recordar las catástrofes económicas que han dejado las más recientes ediciones de las justas olímpicas. En 1976, Montreal, Canadá, contaba con un presupuesto inicial de 124 millones de dólares en la cotización de aquella época. Sin embargo, la ciudad contrajo una deuda ¡por 2 mil 800 millones! y tardó tres décadas en pagarla
Tan amarga experiencia ocasionó que para los Juegos Olímpicos de 1984 ninguna ciudad quisiera ser anfitriona. Ante ello el Comité Olímpico Internacional logró que Los Ángeles, California, aceptara ser sede, a cambio de que la urbe no contrajera ninguna obligación financiera, por lo que se buscó a patrocinadores privados
Otro caso catastrófico fueron los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, que le dejó al gobierno un adeudo por seis mil millones de dólares. A esta lista se le suma lo sucedido con la justa olímpica de Atenas 2006, que significó para Grecia desembolsar más de 16 mil millones de dólares, que forman parte del déficit que ha arrastrado a dicha nación a la crisis sin precedentes que hoy enfrenta y que ha puesto en tela de juicio su permanencia dentro de la Unión Europea
De hecho, en Atenas actualmente se pueden observar varias instalaciones deportivas especializadas e infraestructura ya inutilizada tras el paso de los Juegos, y cuyo mantenimiento resultó altamente costoso por lo que se han dejado en el abandono, y hoy ocupan terrenos que serían más productivos para las ciudades
Y para Londres 2012, el comité organizador presupuestó inicialmente en 3 mil 500 millones de dólares todos los gastos concernientes a los Juegos. Sin embargo, esta cifra se ha incrementado más de cuatro veces, hasta más de 17 mil millones de dólares y el costo final podría escalar aun más, pues medios británicos aseguran que la cifra rebasará los 30 mil millones de dólares
Ello, al mismo tiempo que el Reino Unido mantiene unas lastimadas finanzas públicas y su deuda sigue aumentando...



