Empeora escándalo en el fútbol italiano

Roma, Italia, mayo 13, 2006.- El árbitro Massimo De Santis perdió este sábado su acreditación para el Mundial por sospechas de arreglo de partidos y el portero de la selección azzurri Gianluigi Buffon fue interrogado por la fiscalía por supuestas apuestas ilegales en un escándalo cada día más feo en el fútbol italiano.

La federación italiana de fútbol anunció que escribió cartas a la FIFA y la UEFA para también quitarle las acreditaciones a los jueces de línea Alessandro Griselli y Marco Ivaldi, además de Paolo Bergmano y Pierluigi Pairetto, encargados de asignar árbitros en el Mundial.

Bergamo y Pairetto, que fueron subdirectores del comité de arbitraje de la UEFA, asignaron los árbitros en la pasada temporada de la Serie A italiana.

El portavoz de la FIFA Andreas Herren dijo que De Santis no será reemplazado en Alemania. "En lugar de 23 árbitros, habrá 22 árbitros", comentó Herren.

En tanto, fiscales en Nápoles, Roma, Parma y Turín realizan pesquisas que van desde arreglo de partidos hasta apuestas ilegales.

Juventus, equipo de Buffon en el calcio, dijo que el guardameta "fue por su propia iniciativa ante los magistrados", pero no dio detalles sobre su deposición ante las autoridades.

El status de Buffon con la selección italiana está en duda, a dos días del anuncio de la escuadra final para el Mundial.

La prensa italiana citó al abogado de Buffon diciendo que su cliente sólo apostó en partidos de fútbol que no involucraron a equipos italianos, y que dejó de hacerlo cuando fue prohibido el año pasado.

Los fiscales napolitanos dijeron el viernes que investigan a cuatro clubes de la Serie A -Juventus, Lazio, Milan y Fiorentina- por alegadamente arreglar partidos.

El magnate Diego Della Valle, cuya familia es dueña del Fiorentina, negó el sábado en una rueda de prensa que su equipo haya cometido alguna fechoría.

"Estamos absolutamente confiados de que no estamos involucrados en este lío de ninguna manera", indicó. "Le estamos pidiendo a los fiscales que hagan un trabajo a fondo y que no dejen nada a un lado, y que sean lo más rápidos posible".

El vicepresidente del Milan Adriano Galliani, quien preside la liga italiana, también rechazó cualquier participación en el escándalo.

"Lo más importante es tranquilizar a nuestros aficionados. Duele estar involucrado, aunque sea marginalmente o para nada", dijo Galliani según la agencia de noticias ANSA.

"Es muy triste, porque no hemos hecho nada", agregó.

El Vaticano, en su diario L'Osservatore Romano, describió los escándalos como "una ofensa al deporte y a sus valores. El terremoto que sacude el mundo del fútbol es una ofensa a la alegría de la niñez".

Toda la junta de directores del Juventus renunció el jueves, incluyendo a su director de operaciones Antonio Giraudo y su director general Luciano Moggi, ambos investigados por alegadamente tratar de influir en la asignación de árbitros a los partidos de su equipo.

ANSA reportó el viernes que Moggi y Giruado también son investigados por su posible participación en un secuestro después de que Reggina derrotó a la Juve en noviembre del 2004.

La Vecchia Signora busca revalidar el campeonato italiano y va tras su 29na corona este domingo, en la última fecha de la temporada.