"Emily" sale de Yucatán y se volverá a fortalecer rumbo a Tamaulipas

Miami, 18 de julio, 2005.- El huracán "Emily" salió este lunes por la costa oeste de la Península de Yucatán hacia el Golfo de México y se dirigía a algún punto entre Tamaulipas y Texas, Estados Unidos, reportó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).

El organismo, con sede en Miami, informó que “Emily”, actualmente en categoría dos de la escala Saffir-Simpson de cinco, tiene vientos de 160 kilómetros por hora (kmph), pero "se espera que se fortalezca nuevamente".

En su boletín de las 10:00 horas locales el centro del sistema fue ubicado a 870 kilómetros al este-sureste de La Pesca, México, y a 925 kilómetros al este-sureste de Brownsville, Texas.

Aunque el CNH no da proyección en su boletín sobre el punto en que entrará “Emily” a tierra, uno de sus modelos de trayectoria de los próximos tres días pone a su vórtice entrando en algún punto de Tamaulipas la tarde noche del martes.

Una vigilancia de huracán fue emitida por la dependencia desde Cabo Rojo, México, hasta Bahía Baffin, Texas. La vigilancia significa que son posibles condiciones huracanadas durante 36 horas, a partir de su emisión.

Se descontinuó el aviso de tormenta tropical para la Península de Yucatán desde Cabo Catoche hacia el sur y permanecía en efecto el aviso de huracán para Yucatán desde Cabo Catoche hacia el oeste y sur hasta Campeche.

“Emily” se desplaza hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 28 kilómetros por hora y se espera que esa dirección continúe por las próximas 24 horas. El CNH informó que enviará su avión "caza-huracanes" esta tarde para verificar la intensidad del fenómeno.

Los vientos con fuerza de huracán se extienden a un radio de 95 kilómetros desde su centro y los de tormenta a 240 kilómetros. Precipitaciones de una a cinco pulgadas son posibles sobre la Península de Yucatán.

Emily entró la madrugada del lunes a la Península de Yucatán como categoría cuatro. Antes, a su paso por el Caribe, dejó cuatro muertos en Jamaica, seis en Haití y uno en Granada.

GARANTIZAN ABASTO DE ALIMENTOS Y AGUA EN ZONAS AFECTADAS POR "EMILY"

México D.F., 18 de julio, 2005.- Los secretarios de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, y de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, informaron que no se registran aún pérdidas de vidas humanas en Yucatán y Quintana Roo por el paso del huracán "Emily" y que existen agua y alimentos suficientes, por lo que no hay desabasto.

Entrevistado en el marco de la inauguración del foro "Hacia la corresponsabilidad. Encuentro sociedad civil-gobierno federal", Abascal sostuvo que a pesar de la intensidad del huracán las medidas de prevención funcionaron "tal y como se venía esperando".

"Estamos frente a resultados razonables luego de un fenómeno natural que se esperaba poderoso, muy destructor, y el saldo blanco demuestra lo importante que es la corresponsabilidad entre sociedad y gobierno", subrayó.

Reconoció que lo que más preocupaba era Cozumel, pues el huracán entró ahí con un nivel 4, "pero he estado hablando con el presidente municipal y me reporta daños a instalaciones, ligeras inundaciones y falta de energía eléctrica, pero no hay pérdida de vidas humanas que es lo esencial".

Aseguró que se trabaja para restablecer el servicio eléctrico y volver a la normalidad en breve ya que hay condiciones para ello, aunque todavía "estamos esperando el último reporte de Yucatán, pero estimamos que el balance será similar al de Quintana Roo".

Abascal Carranza mencionó que si hubiera daños importantes a viviendas el gobierno, a través del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), ayudará a los afectados a resolver lo causado por el huracán.

Por su parte la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, indicó que mantiene comunicación con los gobernadores de Yucatán y de Quintana Roo, quienes han confirmado que no hay hasta ahora pérdidas de vidas humanas en sus respectivos estados.

Negó que haya desabasto y señaló que la dependencia a su cargo ha enviado más de 25 mil despensas; reconoció que hay reportes de daños en zonas agrícolas de Yucatán, donde se perdió la cosecha de papaya.