Contaminación en el río Sena: el gran reto para los Juegos Olímpicos de París 2024
Las autoridades francesas han implementado un plan ambicioso que garantice la seguridad de los atletas
Fue en 1923 cuando el gobierno de Francia prohibió a la gente bañarse en el río Sena, debido a la creciente contaminación y enfermedades desconocidas para la época. Desde el 2016 las administraciones francesas han invertido cerca de 1.400 millones de euros para limpiarlo, permitiendo que la gente vuelva a nadar en él.
La contaminación es producto de la urbanización alrededor del Sena, aguas residuales, materia fecal y el navegar de los barcos, como consecuencia genera mala calidad del agua dentro del tercer río más largo del territorio francés.
La presencia de la bacteria Escherichia coli (E. coli) preocupa al Comité Olímpico Internacional (COI), quienes exigieron al gobierno parisino un análisis a profundidad sobre los niveles de impurificación, debido a que esta bacteria puede ocasionar:
- Diarrea, que puede ser variar entre leve y líquida y grave con sangre
- Calambres estomacales, dolor o sensibilidad en el estómago
- Náuseas y vómitos en algunas personas
- El COI busca salvaguardar la integridad física de los competidores y de la competencia.
¿París confía en que el Sena está listo?
Anne Hidalgo, alcaldesa de la capital francesa, declaró que se sumergirá en el río Sena, en un intento por demostrarle a las autoridades olímpicas y al mundo que la calidad del agua es sostenible y que los competidores podrían realizar la prueba de triatlón sin problema alguno.
“Está limpio, eso es seguro...”
— Anne Hidalgo, refiriéndose al estado del río Sena
Sin embargo, la temporada de lluvias ha provocado el retraso de los baños previos a los Juegos en los que debía participar Hidalgo.
¿Puede cambiar la sede del triatlón?
El Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne, en Seine-et-Marne, donde se celebran las pruebas de canoa-kayak y remo, sería la segunda opción en caso de que los niveles de contaminación dentro del Sena sean lo suficientemente altos para que no se pueda competir en él.
Antoine Guillou, vicealcalde de París confirmó el uso de una nueva cuenca de 10km de longitud que ayudaría a mejorar la calidad del agua en caso de que las lluvias vuelvan:
“Confiamos en que con unas condiciones meteorológicas normales no habrá ningún problema”
— Antoine Guillou