La historia del policía que durmió en la calle y hasta consumió para detener a una banda
Tuvo que superar su miedo a los reodores y durante dos meses vivió en la vía pública
Hay anécdotas que parecen sacadas de las películas o series policiacas. Así fue la experiencia de un policía que se hizo pasar por un vagabundo para capturar a traficantes de sustancias ilícitas.
En Colombia un agente vivió como un hombre en situación de calle, durmió al lado de ratas y tuvo que consumir o fingir adicción para estar lo más cerca de la mafia del Bronx colombiano.
Su camuflaje fue tan efectivo que lograron capturar a las cabecillas de la organización que controlaba mitad de la zona.
[Agencias de EU han infiltrado a cárteles mexicanos: NYT]
“Yo les tengo miedo a los roedores, pero en los dos meses que estuve infiltrado en el Bronx tuve que superarlo, porque allá las ratas parecían conejos y no le tenían miedo a la gente. Dormían con los habitantes de calle, se les acostaban al lado sin que ellos las espantaran, compartían el calor. No es que yo quisiera meterme allá, pero es el trabajo”, declaró al periódico El Espectador.
Para la operación le dieron cierta cantidad de dinero que usaba en la compra de sustancias para irse ganando confianza.
En su papel vivía del reciclaje, se inventó una historia de ladrón, dormía en las calles y se ganó el apodo de “el loco que canta.”
Cuando tenía a los delincuentes muy cerca se veía obligado a consumir, pero fuera de peligro fingía su adicción usando tabaco.
La operación en realidad se planeó durante cuatro meses y los dos meses del infiltrado fueron de gran importancia para identificar a dos jefes de gran peso en la mafia del Bronx colombiano.
Los hechos sucedieron en 2016 convirtiéndose en uno de los golpes más duros a la banda dominante del Bronx de Bogotá, Colombia.
Por años el cuadrante fue considerado como uno de los mayores mercados de tráfico del país sudamericano.