¿Eres un rescatista emocional? Descúbrelo con este test

¿Qué pasaría si en vez de ser el salvador, fueras el compañero de alguien que ya está sano? Muchos de nosotros hacemos esto sin darnos cuenta: ser rescatistas emocionales. Esos seres maravillosos (y un poquito agotadores) que se entregan por completo a los problemas de los demás, sin importar el precio.

Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar por qué lo haces? Si estás leyendo esto y te suena familiar, Martha Debayle en W radio, platicó con Mario Guerra, tanatólogo, sobre qué pasa en nuestro ser cuando se realizan este tipo de acciones.

¿Quién es el rescatista emocional?

Es esa persona que tiene un radar emocional único: detecta a quien está pasando por un momento difícil y allá va, con capa al viento, lista para salvar al mundo. Se convierte en el terapeuta gratis de todos, con un ánimo inquebrantable para ayudar, para resolver, para inspirar y cuando la persona empieza a estabilizarse, se va. Como si la misión ya estuviera cumplida.

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Test: ¿Eres un rescatista emocional?

Responde sí o no a las siguientes preguntas. No lo pienses demasiado, usa tu primera reacción, ojo porque si dudas, deberás elegir el sí.

1. ¿Te enganchas más en conversaciones sobre problemas y dramas, y sientes la urgencia de ofrecer soluciones?
2. ¿Sientes culpa cuando no puedes “arreglar” el mal humor o los problemas de tu pareja?
3. ¿Justificas comportamientos tóxicos porque “viene de una historia complicada”?
4. ¿Tus conversaciones de pareja son 80% sobre sus problemas y 20% sobre todo lo demás?
5. ¿Pospones o cancelas tus planes cuando tu pareja está pasando por una de sus múltiples “crisis”?
6. ¿Te sientes más cómodo dando consejos que recibiendo apoyo emocional?
7. ¿Has pensado alguna vez: “Si no estoy ahí para ayudarle, ¿quién lo va a hacer?”
8. ¿Evitas hablar de tus propios problemas porque sientes que tu pareja “ya tiene suficiente”?
9. ¿Te atrae más alguien vulnerable que necesita ayuda que alguien estable y resuelto?
10. ¿Sientes que tu valor en la relación depende de qué tan útil eres para resolver problemas?

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¿Qué resultados te dio?

• 0-3 Sí: Zona segura. No muestras señales preocupantes de rescatismo. ¡Puedes respirar tranquilo!
• 4-6 Sí: En el radar. Tienes algunas tendencias que vale la pena observar. Ojo con esos patrones.
• 7-10 Sí: Diploma de rescatista emocional. Es momento de hacer una pausa y reflexionar.

Este patrón no nace de un altruismo puro. La necesidad de validación, el control emocional encubierto y las propias heridas reflejadas en el otro juegan un papel importante.

Cuatro pasos para romper el ciclo del rescatismo emocional

1. Reconoce tu motivación real: ¿Estás ayudando por amor genuino o por necesidad de sentirte indispensable?
2. Establece límites en tu ayuda: Acompañar no significa cargar. Define cuánta energía estás dispuesto a invertir.
3. Trabaja en tu propio espejo: Lo que intentas reparar en otros, suele ser lo que tú mismo necesitas sanar.
4. Redefine lo que significa amar: El amor real no se basa en rescatar ni en sacrificios. El amor verdadero es estar presente, sin necesidad de ser indispensable.

¿Y si en vez de buscar a alguien que te necesite, buscaras a alguien que te elija? ¡Es momento de ser más que un “rescatista emocional”!

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