Histórica victoria de la ultraderecha en Turingia: La AfD gana elecciones en el este de Alemania
El ascenso de la ultraderecha refleja la creciente polarización en el país a un año de las elecciones federales.
La ultraderecha alemana, representada por el partido Alternativa para Alemania (AfD), ha alcanzado un hito significativo en su trayectoria política al obtener una contundente victoria en el estado oriental de Turingia. Con un respaldo cercano a un tercio de los votantes, la AfD superó a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) por nueve puntos y se colocó por delante de los tres partidos que integran la coalición de gobierno a nivel nacional.
Desde la Segunda Guerra Mundial no ocurría algo así, sin embargo esta vez un partido de extrema derecha vuelve a imponerse en unas elecciones al parlamento estatal en Alemania.
“Estamos listos para asumir las responsabilidades de gobierno”: Höcke
A pesar de su victoria, la AfD enfrenta importantes obstáculos para formar un gobierno en Turingia. Los demás partidos han dejado claro que no colaborarán con la extrema derecha, lo que complica la posibilidad de que la AfD pueda liderar una coalición en el estado.
El candidato principal de la AfD en Turingia, Björn Höcke, figura controvertida por sus posiciones radicales, celebró el resultado como una “victoria histórica” y expresó su orgullo por el respaldo obtenido. Sin embargo, el hecho de que Höcke no obtuviera un mandato directo pone de manifiesto las dificultades que enfrenta su partido para consolidar su posición de poder.
Los resultados electorales en Turingia y Sajonia, otro estado oriental donde la AfD también alcanzó un resultado destacado, reflejan el creciente apoyo a la extrema derecha en las regiones de la antigua República Democrática Alemana (RDA). La AfD ha sabido canalizar el descontento popular en torno a temas como la inmigración y la seguridad, lo que ha incrementado su atractivo entre sectores de la población que sienten que los partidos tradicionales no han cumplido con sus promesas.
El canciller, Olaf Scholz calificó los resultados como “amargos” y reiteró su llamado a los partidos tradicionales para que se mantengan unidos en su rechazo a colaborar con la AfD.
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Además, el éxito de la AfD en Turingia y Sajonia representa un nuevo desafío para la coalición gobernante en Berlín, compuesta por socialdemócratas, verdes y liberales. Estos resultados también son un indicador preocupante de cara a las elecciones federales del próximo año, donde la AfD podría consolidar su posición como una de las principales fuerzas políticas a nivel nacional.
Las encuestas ya sitúan al partido de extrema derecha en segundo lugar a nivel nacional, lo que sugiere un escenario político cada vez más fragmentado y volátil.
En este contexto, el avance de la AfD y el surgimiento de nuevos partidos populistas, como la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), ponen de relieve el descontento y la insatisfacción de una parte considerable del electorado con la dirección política actual de Alemania.
A medida que se acercan nuevas elecciones en otros estados orientales, las interrogantes sobre el futuro de la democracia en el país han ido en aumento. Parece ser que la ultraderecha en Alemania está en ascenso, otra vez.