Reforma Judicial: ¿por qué hace temblar al mundo financiero?

Basta con que el presidente Andrés Manuel López Obrador o la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum hablen de una Reforma Judicial, es decir, de cambiar la Constitución, y por arte de magia ponen a bailar la paridad del peso frente al dólar y a los mercados financieros. ¿Por?

¿Qué busca la reforma?

1.- Elegir a jueces, magistrados y ministros por voto directo y secreto, modificando el artículo 95 constitucional.

2.- Recortar de 11 a 9 el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para un periodo de 12 años (ya no 15 años). Además, desaparecerían las dos salas de la Corte y todos los asuntos se concentrarían el pleno.

3.- Considera la eliminación de la pensión vitalicia para actuales y futuros ministros y ajustar su sueldo al tope máximo establecido para el presidente de México.

4.- Plantea sustituir el Consejo de la Judicatura Federal, que se encarga de la administración de la Judicatura y de la vigilancia de la actuación de los jueces, por dos instituciones: el Tribunal de Disciplina Judicial y el Órgano de Administración Judicial.

5.- Impone cuatro nuevas reglas procesales

-Justicia expedita: propone un plazo máximo de seis meses para la resolución de asuntos fiscales, y de un año para asuntos penales.

- Suspensiones: se prohíbe otorgar suspensiones contra leyes con efectos generales en amparos, controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad.

-Justicia local: los poderes judiciales de las entidades federativas deberán establecer reglas para la elección directa de sus magistrados, y jueces, así como órganos de administración y disciplina independientes.

-Fideicomisos del Poder Judicial: cuando hayan finalizado los juicios pendientes, deberán reintegrarse al Fondo de Pensiones para el Bienestar, respetando los derechos y prestaciones de los trabajadores.

¿Qué preocupa a los inversionistas?

Los inversionistas consideran que la Reforma Judicial amenaza a la independencia judicial que viola estándares internacionales en materia de amparo y deteriora la democracia en México.

Esto porque el presidente de la República, el Poder Legislativo y el Poder Judicial propondrían a los aspirantes a ministros de la Suprema Corte, lo que comprometería su independencia y su imparcialidad en la procuración y administración de justicia, pues terminaría respondiendo a los grupos que lo ayudaron a llegar al cargo.

La posibilidad de que avancen las reformas del presidente López Obrador son otra fuente de nerviosismo, pues el pasado 2 de junio Morena con sus aliados,  el Partido del Trabajo y el Partido Verde, obtuvo la mayoría calificada, dos terceras partes de los escaños, en la Cámara de Diputados que le permitirían modificar la Constitución, aunque en el Senado de la República le faltarían tres votos.

Es importante señalar que sólo en Bolivia y en algunos estados de la Unión Americana se elige a jueces y ministros por voto directo.

¿La propuesta de reforma judicial va sola?

La reforma al sistema judicial forma parte de un paquete de 20 reformas presentadas por el presidente López Obrador en febrero pasado, denominado “Plan C”, para modificar diversas partes de la Constitución del país.