¿Qué es y cómo funciona un coche a hidrógeno?

En la sección de ruedas verdes de movilidad W nos compartieron las características y ventajas de los automóviles a hidrógeno.

Los coches a hidrógeno tienen motores eléctricos que obtienen su energía a partir de este elemento mediante celdas de combustible que son impulsados por un motor eléctrico y, por lo tanto, se clasifican como coches eléctricos. La abreviatura común es FCEV, que significa “Fuel Cell Electric Vehicle” (Vehículo Eléctrico de Celda de Combustible).

Los vehículos a hidrógeno producen la electricidad por sí mismos. Esto significa que su energía no proviene de una batería incorporada; tienen efectivamente su propia planta de energía eficiente a bordo, que convierte el hidrógeno del tanque de combustible en electricidad, y esta planta de energía es la celda de combustible.

Un proceso se llama electrólisis inversa y tiene lugar en una celda de combustible. El hidrógeno reacciona con el oxígeno en el proceso. Éste proviene de uno o más tanques en el coche, mientras que el oxígeno proviene de la atmósfera. Los únicos productos de esta reacción química son energía eléctrica, calor y agua que sale por el escape en forma de vapor de agua, sin emisiones contaminantes, o de efecto invernadero de ningún tipo.

La electricidad generada en la celda de combustible toma dos rutas, dependiendo de la situación de conducción específica: o fluye hacia el motor eléctrico y mueve directamente al vehículo, o carga una batería que actúa como almacenamiento temporal hasta que se necesite la energía para la conducción.

Su principal ventaja es el corto tiempo de recarga. A diferencia de los coches eléctricos, que dependen del modelo y la infraestructura. Solo se necesitan de tres a cuatro minutos para rellenar el tanque de hidrógeno con esto, se iguala la disponibilidad y flexibilidad del vehículo con las de un coche a gasolina o diesel.

Los gases de escape de un coche a hidrógeno consisten en vapor de agua puro. Por lo tanto, la movilidad basada en celdas de combustible es libre de emisiones. Si la electricidad utilizada proviene de energías renovables, la producción de hidrógeno tiene una huella de carbono neutra, esto finalmente tiene un impacto adverso en la huella climática de un coche de hidrógeno.

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Ventajas de estos automóviles

• Son una alternativa de transporte sostenible
• Emiten vapor de agua
• El tiempo de repostaje de este tipo de vehículos es de entre 3 y 5 minutos
• Su autonomía es muy similar a la de los vehículos diésel o gasolina, de más de 600 kilómetros.
• Alternativa de movilidad factible y cómoda