Diputada propone hasta 17 años de cárcel a quien practique la maternidad subrogada
La iniciativa considera como un acto delictivo la disposición de órganos, células y gametos o cualquiera relacionada con el alquiler de vientres
La diputada federal por el PAN, Mariana Mancillas Cabrera, propuso reformas a la Ley General de Salud para considerar como un acto delictivo la disposición de órganos, tejidos, células y gametos que se utilicen en procedimientos de subrogación de vientres o cualquiera de las modalidades vinculadas con la práctica de alquiler de vientres.
Su iniciativa contempla imponer de seis a diecisiete años de prisión y multa por el equivalente de ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo general vigente al que comercie o realice actos jurídicos que tengan por objeto la intermediación de células y embriones, incluyendo los gametos que se utilicen en procedimientos de subrogación de vientres.
En esta propuesta la legisladora del PAN define la gestación subrogada como un contrato donde una mujer accede a gestar a través de técnicas de reproducción asistidas, para otras personas quienes serían padres o madres de la niña o niño nacido del embarazo previamente pactado.
Diversos países han intentado regular esta práctica, en algunos se ha prohibido, en otros se acepta con restricciones, pero en la mayoría no se ha legislado en la materia.
La diputada Mancillas Cabrera detalló que en América Latina sólo tres países permiten la maternidad subrogada: Brasil, Uruguay y Puerto Rico; sin embargo, existen muchos vacíos en sus legislaciones, códigos y reglamentos.
Y que en el caso de México la maternidad subrogada no se encuentra regulada a nivel federal y únicamente se puede realizar legalmente en Tabasco y Sinaloa, pero se prohíbe en San Luis Potosí y Querétaro.
Incluso, en la Ciudad de México, Colima, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Puebla, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, dentro de sus códigos familiares se encuentra el reconocimiento de los efectos de parentesco derivados de las técnicas de reproducción asistida, sin hacer referencia expresa a la gestación subrogada.
De hecho, no existen cifras oficiales de cuántas personas han llevado a cabo esta práctica y no hay una forma de consultar el número de personas que han realizado la maternidad subrogada ni el costo de los procedimientos, ni tampoco se conoce a detalle el número de clínicas, hospitales o centros de salud que la ofrecen.
La diputada del PAN consideró que esta práctica significa lucrar con la vida de las personas, con el vientre de las mujeres y, sobre todo, se podría generar un mercado de préstamo o renta de vientres por catálogo, una situación preocupante que generaría muchísimos problemas a futuro
Por lo que, lejos de ser opción para alguien que busca tener un hijo mediante este método, es algo preocupante, porque se comienza a negociar con la necesidad de las personas.
Además, es indispensable considerar que acceder a la maternidad subrogada no condescendería garantizar de manera plena el derecho a la identidad de las niñas, niños y adolescentes.